Crece, en campaña electoral, el número de mensajes que, al amparo del hastío provocado por la política oficial representada por los dos grandes partidos, PP y PSOE, defienden cara a las elecciones la abstención, el voto en blanco o el voto nulo.
Aunque todas estas posturas sean legítimas y estén argumentadas, no hacen más que manifestar el desconcierto y la impotencia de parte de la ciudadanía ante un sistema político desprestigiado o unos políticos indignos. Desde sectores reaccionarios también se escuchan voces interesadas en asociar ese desprestigio con el abandono de la lucha política electoral.
La «Política » no es la farsa teatral que vienen representando PP y PSOE desde la Transición para alternarse en el Poder con sus intentos de consolidación del bipartidismo marginando al resto de fuerzas y sin apenas diferencias en sus políticas de sumisión o total simbiosis con los grandes poderes económicos: banca, grandes corporaciones, organismos económicos internacionales… La Política es la forma de organizar y gestionar los asuntos públicos, los que afectan a la ciudadanía. Por eso las campañas de desafección de la Política en términos de abandono de lucha electoral favorecen a la dereccha más reaccionaria, que encuentra el campo libre para seguir manteniendo sus privilegios sociales y económicos.
Ya sabemos que el actual sistema democrático es más formal que real y está hecho a la medida de los poderes económicos, que tanto si es el PP como el PSOE quién gobierna, los privilegios de los poderosos no se verán amenazados, que los grandes medios de comunicación están a su servicio, que disponen de ingentes recursos económicos (a veces fraudulentos) para sus campañas, pero no podemos caer en el victimismo y abandonarnos al desánimo y a la resignación. Si queremos una democracia «real» tenemos que luchar por ella en todos los frentes.
Izquierda Unida es hoy el único instrumento político que puede dar voz en las instituciones a los movimientos sociales que cuestionan las privatizaciones de los servicios públicos, los recortes sociales, las agresiones al Medio Ambiente, en definitiva, un bastión frente al neoliberalismo. Por eso reivindicamos la Política como medio de defender a la ciudadanía de los ataques del poder económico y no sólo pedimos el voto para nuestra organización, también pedimos la participación activa y la movilización social porque no queremos ser espectadores pasivos del momento histórico que nos ha tocado vivir, sino protagonistas activos en las transformaciones sociales que den paso a un mundo más justo.
Algo está cambiando no hay duda, pero es necesrio reformar la Ley Electoral, para conseguir listas abiertas y una persona, un voto y poder romper el bipartidismo que monopolizan PP y PSOE. Esta lucha no ha hecho más que empezar.