Victoria sufrida y a un empate de semifinales

España 28 – 27 Austria

España sufrió para vencer a Austria en la vuelta de Aguinagalde, en un partido que se esperaba plácido, más o menos, y que se complicó seriamente al final. La vuelta del pivote vasco, por cierto el más destacado de la selección (ocho goles) junto a Cañellas, no relevó a Guardiola al banco y volvió a estar en el equipo titular, aunque ya no se prodigó, como en estos últimos partidos, en ataque estático, y sólo pudo perforar la p0rtería contraria en un contragolpe.

La selección salió con ritmo y pronto se fue de dos-tres goles, una rápida y manifiesta superioridad que en cierta medida jugaron en contra de los españoles, que no hicieron sangre del rival y buscaron otro tipo de jugadas, más elaboradas y hermosas para el espectador. Austria nunca se descolgó más allá de los cuatro goles y llegaron con vida en el marcador a los diez minutos finales. Los austriacos intentaron entonces compensar con agresividad extra las diferencias técnicas y España tuvo un final accidentado en todos los sentidos, pero con final feliz. Ahora, un simple empate mañana en el próximo partido ante la ya desahuciada Macedonia, dejaría a España clasificada automáticamente para las semifinales.

 

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