Petrerense 2 – 1 Eldense B
Este sábado se vivió en el Barxell un derbi que contó con todos los ingredientes que hacen grande a estos partidos: gran presencia de aficionados, nervios en los dos equipos, marcador apretado y gol en el último minuto.
Así, y ante la presencia de más de 200 aficionados, la mayoría eldenses, el partido fue un igualado encuentro entre dos equipos con urgencias por puntuar. Pasados los primeros nervios, el Petrelense se hizo el amo del partido a partir del cuarto de hora del inicio, más aún tras el gol de Claudio en el minuto 20, que definió sólo ante el portero tras cazar un balón largo y driblar al central. En estos minutos de buen fútbol del equipo local se crearon hasta tres ocasiones muy claras, pero no llegó el segundo tanto y la ventaja era mínima al descanso.
En el segundo tiempo las cosas cambiaron: al Petrerense le sobrevino una intensa pájara física y el Eldense comenzó a presionar por todo el campo. Fruto de esa presión, en el minuto cinco, un robo de balón en el medio campo dio pie a un pase en profundidad que el delantero rival aprovechó para nivelar el marcador. Los aficionados jaleaban a sus equipos y el Petrerense, totalmente fundido físicamente, se encomendó a la heroica para resistir el marcador. El Eldense tuvó dos ocasiones muy claras; una la salvó una mano milagrosa de Pablo; otra se fue fuera en el último instante. Por parte del Petrerense, lo más destacado fue un tiro al palo de Coti desde fuera del área.
El partido estaba abierto y a ninguno de los dos equipos les valía el empate. Por fuerzas, parecía que el Eldense se acabaría llevando el partido; por calidad, parecía que el Petrerense podría sentenciar en alguna jugada aislada. Los minutos corrían con tensión creciente y, cuando parecía que finalmente la cosa quedaría en tablas, apareció Murcia en el último minuto para enganchar una gran volea desde fuera del área que se coló por la escuadra, sentenciando el partido.
El Petrerense conseguía una importantísima victoria, aunque ha dejado importantes dudas, como la referente a su estado físico. Campello, entrenador del equipo, reconoce este problema, que achaca a la plaga de lesiones que el equipo ha tenido en los últimos meses “y que nos ha impedido entrenar y trabajar con normalidad. No obstante, ha sido una victoria importante que nos dará moral para encarar lo que queda de temporada y, por primera vez en seis partidos, hemos acabado con once jugadores”.
El sábado que viene, con horario todavía por confirmar, el equipo viaja hasta la Universidad de Alicante, donde se medirá con el San Vicente del Raspeig, el segundo de la categoría.