La que durante cinco años fue presidenta de los Moros Fronterizos de Petrer, es, a partir del pasado viernes 25 de junio, la máxima responsable de la Unión de Festejos de San Bonifacio Mártir. La candidatura presentada por Teresa Villaplana Colomer, única en estas elecciones, fue avalada por 207 votos de los 208 que se emitieron, convirtiéndose así en la primera mujer al frente de esta entidad festera. La jornada de elecciones se desarrolló con total normalidad en la sede de la Unión de Festejos.
Villaplana cuenta en su equipo directivo con personas involucradas en las fiestas petrerenses. Así, junto a la nueva presidenta trabajarán como vicepresidente Vicente Francisco Mateo, que fue director de la Colla de Moros Nous y asesor musical de la gestora de Unión de Festejos y que en principio se postulaba como sustituto de “Jota”. El secretario es Antonio Torres, asesor de la UNDEF. Por su parte, Pedro Gutiérrez es el nuevo tesorero así como José Sánchez Riquelme, Eloísa Labrador y Antonio Soler son los tres vocales de este equipo.
Una candidatura apoyada por José Andrés Verdú
Con esta elección como presidenta, Teresa Villaplana Colomer toma el relevo de su antecesor en el cargo, José Andrés Verdú, quien ha desempeñado su labor al frente de la entidad festera durante dos legislaturas. “Jota”, ya anunció el pasado año su intención de abandonar el cargo. Sin embargo, el proceso electoral que se inició no contó con candidatura alguna, por lo que el presidente continúo con sus tareas. En esta ocasión, y según confiesa Teresa Villaplana, fue su antecesor el que la animó a presentar su candidatura después de haber estado el último año al frente de la vicepresidencia.
Retos del futuro
La nueva presidenta tiene en sus manos continuar con los cambios que “Verdú” ha introducido en las fiestas de Moros y Cristianos de Petrer. En la entrevista que concedía a este medio unos días antes del inicio de estas pasadas fiestas, y cuando todavía no se conocía candidatura alguna, José Andrés Verdú esbozaba el principal reto que desde su punto de vista debería aforntar la nueva directiva: eliminar paulatinamente las “barreras de entrada” a la fiesta, que “se han ido creando con el tiempo y hay que intentar derribarlas o hacerlas más suaves, sobre todo las económica”.