La Colonia de Santa Eulalia ha albergado estos días dos sesiones de trabajo desarrolladas por profesores de la Universidad Politécnica de Milán, de la Universidad Hunter College de Nueva York, así como de las universidades de Roma y Sancti Spiritu, en Cuba, que han estado acompañados por un grupo de diez alumnos de arquitectura de las tres primeras universidades citadas. Estas sesiones han estado enmarcadas dentro del seminario internacional para el conocimiento de los orígenes de la antigua Al-Andalus, celebrado en la Universidad de Alicante.

Fruto de dichas jornadas de trabajo llevadas a cabo en el término situado entre Sax y Novelda, los profesionales congregados allí han planteado diversas propuestas a través de las cuales se podría poner en marcha la recuperación de esta aldea, que parece haber caído en el olvido a pesar de sus joyas arquitectónicas, que fueron valoradas por los profesionales que allí se congregaron. Y es que la Colonia de Santa Eulalia cuenta con un destacado patrimonio arquitectónico que alberga edificios representativos de diversos estilos arquitectónicos, como el palacio de los Condes, construido acorde con el estilo secession, una fábrica de harinas de composición neoclásica, una fábrica de alcohol románica basada en el campanille de Venecia así como viviendas tipológicas inspiradas en el estilo asturiano y románico.

Una de esas sugerencias presentadas que más llama la atención viene de la mano del Vicepresidente de Patrimonio del Ayuntamiento de Nueva York. Tras la visita de Pablo Bengoechea junto con otros técnicos neoyorquinos a esta Colonia de Santa Eulalia, el político ha propuesto la creación de un “village” o pequeño pueblo “cuidado”  y “atractivo” destinado a creativos, artistas, literatos y jóvenes emprendedores que se darían cita en este lugar para potenciar su creatividad. Una propuesta que ya fue puesta en marcha en el barrio de Manhattan “West Side”, un punto de la ciudad en el pasado bastante degradado y que tras la puesta en marcha de esta propuesta se ha convertido, en la actualidad, en uno de los puntos más dinámicos de  la isla de Nueva York.

Así, con el fin de convertir esta aldea en un pequeño pueblo potenciador de la creatividad, y siguiendo el ejemplo neoyorquino, se ha propuesto la posibilidad de poner viviendas en alquiler o venta así como la creación de hoteles y demás equipamientos que alberguen a estos creativos, como ya se hizo en el proyecto de Nueva York.