Benferri 1 – 0 Petrerense
La temporada del Petrerense se está rápidamente encauzando en su justa dimensión y Baldo habla de «conseguir cuanto antes los puntos de la permanencia». La última derrota contra el Benferri deja al equipo noveno, tocado moralmente y en medio de una mala racha.
En realidad, la temporada del Petrerense -ojo, que quedan ocho partidos todavía para juzgar- no es mala, ni mucho menos, y está en la línea de resultados de, por ejemplo, la campaña anterior, pero si queda algo de esa sensación de frustración es porque el Petrerense es un buen equipo que podría optar a mucho más, tal y como demuestra en casi todos los partidos, particularmente los que pierde. Tenemos el ejemplo de su enfrentamiento ante el Benferri este mismo fin de semana: como mínimo, mereció empatar.
El partido ante el tercer clasificado fue muy igualado en la primera mitad, donde cualquiera podría haberse adelantado, sobre todo en una primera media hora inusualmente abierta, con alternancia en juego y oportunidades. No obstante, el mayor peligro lo llevaban los locales, sobre todo con un penalti a favor que salvó Adriel en una gran intervención. Y cuando parecía que en el primer tiempo no se alteraría el marcador, el Petrerense encajó el consabido gol tonto (van unos cuantos esta temporada) a falta de tres minutos, en una jugada de rechaces continuos donde a la defensa le faltó contundencia.
La segunda parte, tras un par de cambios ofensivos, tuvo como protagonista absoluto al Petrerense (Baldo debería plantearse jugar con la defensa de tres desde el principio, siempre da buenos resultados), que salió con más mordiente y fue haciéndose con el mando del partido. Lo hizo, anulando el ataque del Benferri (ninguna oportunidad) y sabiendo crear oportunidades de ataque. Hablamos de doce saques de esquina del Petrerense por ninguno del Benferri en la segunda mitad, por poner un ejemplo. Pero las ocasiones sólo tienen sentido cuando se aprovechan. No se hizo.
«Lo verdaderamente preocupante sería no crear ocasiones de gol», suelen decir los entrenadores en situaciones como la que acontece, y con razón. Pero también tiene razón el aficionado que piensa que el gol es el alma de este deporte, y que acudirá al Barxell este sábado tarde esperando ver al visitante Formentera recoger algún balón de dentro de las mallas.