Radiación sí, pero controlada

Si hablamos de radiación, posiblemente la primera relación de ideas que realiza nuestra mente es con la energía nuclear. Quizá haya quien piense en la radiación electromagnética de los móviles y los microondas; otros se imaginarán la radiación ultravioleta y las pringosas cremas de las que echamos mano bajo el sol estival. Todas ellas asociaciones de conceptos que tienen algo de tenebroso y amenazador, y sin embargo la radiación salva vidas.

Médicos, dentistas y veterinarios, por ejemplo, dependen de máquinas y sistemas que emiten radiación en su funcionamiento. Hay procesos y aplicaciones industriales que realizan una labor esencial en la misma situación, por no mencionar la investigación científica, que emplea radiación ionizante para estudiar la estructura molecular de materiales, facilitando avances en campos como la química, la biología y la física.

La radiación está cada vez más presente en nuestras vidas. Imagen: Google.

En este panorama, la conciencia y la responsabilidad juegan un papel fundamental. Es necesario reconocer que vivimos en una era donde las nuevas tecnologías generan un aumento en la exposición a diferentes tipos de radiación. Sin embargo, la clave no está en evitar por completo estas exposiciones, sino en gestionarlas de manera segura y efectiva. Es aquí donde empresas especializadas, como la española UTPR – Unidad Técnica de Protección Radiológica-, desempeñan un papel crucial al establecer protocolos y brindar expertise en seguridad radiológica.

Tan ajeno hoy día a nuestro vocabulario usual, y sin embargo tan importante en un futuro próximo, la idea de protección radiológica adquiere muchas formas, desde el registro de instalaciones hasta la elaboración de programas de protección radiológica y garantía de calidad. Al final, se trata de garantizar que cada interacción con la radiación es segura y está controlada. Un campo relativamente novedoso, pero que cuenta con un gran campo de investigación y con empresas pioneras como la citada, y que ya está ofreciendo soluciones tanto a centros médicos y hospitalarios como a compañías de gestión de residuos.

Hay empresas comprometidas en asegurar nuestra protección radiológica. Imagen: UTPR.

La normativa y regulación sobre la materia está en constante evolución, pero, en este sentido, es esencial también el compromiso de la iniciativa privada. Empresas altamente especializadas, que inviertan también en formación y capacitación (especialmente entre los operadores más expuestos y los directores de empresas), son necesarias para establecer confianza y garantías en la seguridad de manejo entre el gran público. Un marchamo de credibilidad que asegure lo más altos estándares, y no solo evitando consecuencias indeseadas a una exposición radiológica (como lesiones cutáneas o efectos genéticos), sino también liderando el camino hacia un futuro donde la radiación, respetada y controlada, continúa contribuyendo al progreso humano.

En un mundo donde nuestra relación cotidiana con la radiación es creciente, la conciencia pública, la formación continua y el compromiso de empresas especializadas son fundamentales para garantizar que la radiación, en sus diversas formas, sigue siendo una fuerza positiva y segura que mejora nuestras vidas en el presente y en el futuro.

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