Los vecinos que paseaban ayer por el Campet no daban crédito a lo que estaban viendo, con la aparición en el estanque del parque de docenas y docenas de peces muertos y de una gran mancha con espuma verdosa en el mismo. «Más tarde, empleados del ayuntamiento descargaron dos contenedores de peces, muchos de ellos muertos, al mismo estanque, ante la sorpresa de todos», nos dice un vecino que presenció los hechos.

La explicación es la siguiente: El lago del parque Nou d’Octubre se está limpiando y los peces que allí vivían se han transportado al estanque del Campet. Construido en 1994, el lago del Nou d’Octubre sólo se había limpiado a fondo (vaciado) una vez, en 2006. En aquella ocasión, apenas tenía 15 peces (carpas), que se trasladaron, durante la limpieza del estanque, a las piscinas municipales.

Estos días el estanque, que estaba realmente sucio, está recibiendo la segunda limpieza, con vaciado incluido, de su historia. Pero las cosas han cambiado mucho, de la quincena de carpas que tenía hace menos de una década hemos pasado ahora, según fuentes de la concejalía de Servicios, a unos 800 o 900 peces. Y no solo centenares de carpas, también otras especies, muchas tropicales, que los vecinos han ido allí depositando, además de tortugas (casi una veintena, algunas muy grandes) e ¡incluso una anguila! También claro, y desgraciadamente, toda clase de basura, desde cartones, latas de cerveza hasta envases de plástico e incluso han aparecido dos móviles.

Las tortugas se han regalado a los vecinos que las han querido, y el traslado de estos centenares de peces se está realizando al estanque del Campet. La mortalidad, por diversas causas, está siendo elevada; según calculan operarios de la concejalía de Servicios, en torno al 15-20%. Las altas temperaturas están influyendo en esta tasa de mortandad; también la falta de un hábitat similar al que tenían en el otro estanque, teniendo el del Campet menos algas y todavía restos de productos químicos, a pesar de que hace días que no se le echa ninguno en previsión de este traslado (por eso el agua está más verdosa).

En el estrés del traslado siempre mueren peces y era algo previsible; por las razones apuntadas se ha agudizado el problema, y aún morirán algunas decenas más, con toda seguridad, en el nuevo traslado para devolverlos al estanque del Nou d’Octubre. Desde Servicios apuntan que los trabajos de limpieza y adecuación del mismo, que incluye entre otros eliminar la tierra acumulada y pintar el muro y la balaustrada, se están haciendo con celeridad para minimizar el perjuicio en los animales.