Nueva remesa de fotografías; en este caso el protagonista es el herrerillo capuchino,un ave muy vivaz e inquieta y de apenas 11 centímetros de longitud.
De la familia de los páridos, es un ave sedentaria en nuestros montes y valles, y probablemente uno de los páridos favorito de muchos aficionados a la fotografía de aves, aunque sólo sea por el reto de meterlo a foco, difícil por sus continuos movimientos, y también por su belleza, que describiría como jovial. Su alimento se basa en ,insectos,frutos y semillas; normalmente permanecen en pequeños grupos hasta la época de cría que se reproduce.
En la plenitud de la primavera. Disfruten de los habitantes del Valle de L’Avaiol.