Milagroso primer triunfo

Monóvar 1-2 UD Petrerense

Después de partidos con claro dominio, imponiendo un estilo y creando ocasiones de gol, todo ello estéril, el Petrerense consiguió su primera victoria como tantas veces ha sufrido la derrota: en el último minuto y con un gol de churro. «Ah, pero sabe bien», opina el entrenador, Antonio Rubio Campello, «por una vez que la suerte caiga de nuestra parte…»

Seamos justos con el equipo: no fue sólo suerte. Fue fe y orgullo, porque el equipo, que salió concentrado y con mordiente, empezó perdiendo. Acababa de marrar un mano a mano Miguelico, que tiró al muñeco, cuando en la siguiente jugada del rival el error brota en defensa, con la consecuencia letal: gol en contra. Minuto veinte de un caliente derbi regional y el Petrerense de nuevo a remar. A ello se puso, con un poco de pereza al principio (la primera parte murió sin apenas más ocasiones o movimiento) y con suicida determinación al final.

La segunda parte fue de acoso y derribo. El Monóvar se jugó su suerte a la mala puntería del Petrerense (podía salirle bien, a juzgar por resultados precedentes) y a su eficacia en alguna jugada aislada o al contragolpe. El Petrerense, harto de su suerte, se fue progresivamente arriba, con una presión cada vez más adelantada, con cada vez más hombres delante del balón. Había llegadas y rechaces peligrosos, pero no llegaba el gol y a partir del minuto 70 una orden: todos arriba y defensa de tres. Poco después llegó el gol de empate, en un cabezazo de Alendaño a centro de Elías. Fue como un chute de adrenalina para los visitantes, que corrían como locos, y con el partido definitivamente roto cualquiera podía ganar. El Monóvar tuvo una ocasión clarísima a falta de cinco minutos. No les entró. El Petrerense insistió y tras una jugada de nuevo de Alendaño y Elías (los más clarividentes del equipo) el gol -de este último- llegó tras un rechace, por pura insistencia, por puro orgullo. Era el minuto noventa y como un milagro el equipo había conseguido la primera victoria.

No todo han sido buenas noticias. Víctor Hugo, un jugador llamado a ser importante en este equipo, ha abandonado la disciplina del club. «Es un contratiempo, pero lo más importante es coger confianza. Como este, llegarán otros resultados, la clave es no dudar de nuestro estilo». El equipo, con esta victoria, gana posiciones en la tabla y se coloca undécimo, a siete puntos del líder, que lo dobla en puntaje. Este sábado se mide a L’Olleria a las cinco menos cuarto en una salida muy difícil, pues L’Olleria va segundo y está jugando un buen fútbol, «pero hay que ir sumando, que la temporada es larga, pero no tanto».

 

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