Los primeros días de la Ley Antitabaco, rodeados de polémica

fumador

El preámbulo de la ley afirma que dos son los colectivos especialmente beneficiados de esta medida. Por un lado, el de menores, grupo especialmente sensible de población que está expuesto al humo del tabaco en los lugares públicos cerrados. Por otro lado, el de trabajadores del sector de la hostelería que se encuentra claramente desprotegido con respecto al resto de los trabajadores, al estar expuestos al humo de tabaco ajeno. El 2 de enero se activó la ley que prohíbe fumar en lugares públicos cerrados, así como algunos espacios al aire libre como parques infantiles, colegios o recintos hospitalarios. Sin embargo, esta norma no es aceptada por todos, incluso algunos hosteleros se muestran en contra de tal medida como es el caso del asador de Marbella, un local que anunció mediante un cartel que no aplicará dicha ley.

Un total de 10 millones son los fumadores que habitan en España, de estos más de tres millones son los que intentarán dejar de fumar según estimaciones de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). A partir de ahora, todos ellos deberán saber dónde se les permitirá disfrutar de su vicio.

Los establecimientos, como la Churrería Mónaco, deben velar para que se cumpla la norma.
Los establecimientos, como la Churrería Mónaco, deben velar para que se cumpla la norma.

Dónde fumar y no fumar

El BOE es bastante claro a la hora de indicar los lugares en los que es efectiva la norma, exactamente señala que será en los espacios de uso público cerrados, pero ¿qué entendemos por espacios públicos?, la ley 42/2010 explica que son “lugares accesibles al público en general o lugares de uso colectivo, con independencia de su titularidad pública o privada”, así como transporte público o colectivo. Un ejemplo de algunos espacios en los que entra dicha prohibición son los siguientes: centros de trabajo públicos y privados, centros y dependencias de las Administraciones públicas y entidades de Derecho público, así como centros, servicios o establecimientos sanitarios, también en los espacios al aire libre o cubiertos, comprendidos en sus recinto…

Los locales ya indican claramente la prohibición.
Los locales ya indican claramente la prohibición.

Tras esta larga lista, a los fumadores no les queda más que preguntarse: ¿dónde está permitido? Pues bien, en el ámbito de la hostelería sólo estará permitido fumar en los espacios al aire libre, se podrá fumar en las habitaciones que los dueños de hoteles decidan habilitar para ello, con un máximo del 30 por ciento del local. Estas habitaciones deben ser fijas, estar separadas del resto y señalizadas con carteles. También se podrá fumar en espacios al aire libre de universidades y centros «exclusivamente dedicados a la formación de adultos, siempre que no sean accesos inmediatos a los edificios o aceras circundantes».

Los presos, pacientes de psiquiátricos de media y larga estancia e internos de residencias de mayores o discapacitados en zonas exteriores o en salas cerradas habilitadas, señalizadas y con ventilación independiente. También los socios de los clubes privados de fumadores, que para ser considerados como tal deberán ser «entidades con personalidad jurídica, carecer de ánimo de lucro y no incluir entre sus actividades u objeto social la comercialización o compra-venta».

Una de las medidas que más choca es que sí se podrá comprar tabaco en lugares prohibidos para su consumo, pues la Ley no impide que los bares mantengan las máquinas expendedoras, que también podrán encontrarse en gasolineras o quioscos de prensa.

La voz de la calle

Varios fumadores apuran su cigarro en la puerta del local 'Carpe Diem'
Varios fumadores apuran su cigarro en la puerta del local 'Carpe Diem'


Es precisamente esta doble moral lo que indigna a muchos ciudadanos, en una norma que ha creado polémica en todo el país. Para los fumadores, el estado necesita el dinero del impuesto que grava el tabaco, pero a su vez llevan a cabo «una campaña de criminalización» del fumador. Eso nos decían esta mañana fumadores que apuraban el cigarro en las puertas de bares y cafeterías, desafiando al frío: “los fumadores no tenemos problema con irnos a fumar a una habitación. Lo tenemos con irnos a fumar a la calle. De hecho, hubiera sido muy fácil limitar el número de bares en los que se permite fumar y alegría para todos. Pero no, era mejor dejar que el tabaco se venda en esos mismos bares en los que no puedo fumar. Hipocresía pura y dura”, nos cuentan. «Además es limitar nuestra libertad», nos dice otro, quien argumenta que hasta ahora había respeto entre fumadores y no fumadores: «yo no fumo si al lado de mi mesa hay gente comiendo, y cuando lo hago soy discreto. No creo que en este tiempo haya molestado a los no fumadores en las cafeterías». Para muchos hosteleros, como el gerente del restaurante Casa Pedro, «hay una gran falta de información, no han explicado bien esta medida. Parece que debamos estar vigilando a los clientes, y nosotros no queremos ser sus enemigos. Es más, las cafeterías que no tengan terraza sufrirán en cuanto llegue el buen tiempo, y estarán en desventaja respecto a las que sí lo tengan». Otros gerentes lamentan «la inversión en extractores y otros elementos de adecuación que hicimos con la anterior ley. El gasto está hecho y ya no sirve para nada, no nos van a devolver el dinero».

A pesar del frío y de estar a principios de enero, en el mismo local han puesto un par de mesas en la terraza para quien no quiera renunciar al cigarrillo.
A pesar del frío y de estar a principios de enero, en el mismo local han puesto un par de mesas en la terraza para quien no quiera renunciar al cigarrillo.

Por otra parte, también hay quien defiende la medida, también dentro de la profesión. Hemos conocido a una camarera no fumadora eufórica porque por fin se respetan sus derechos y «nos igualamos a Europa. He estado tragando humo ajeno durante años, y no podía ni quejarme. No me lo voy a creer cuando llegue a casa después de un viernes o sábado de trabajo nocturno y mi ropa y mi pelo no huelan a tabaco». También hemos encontrado fumadores que nos han confesado que ahora ya no tienen «excusas» para no dejar el pernicioso vicio, y que entienden perfectamente a los impulsores de la ley: «es más nocivo el humo ajeno que el del propio fumador. No podemos obligar a los demás y aunque yo sea fumador creo que esta norma es justa». Sin embargo son más los fumadores quienes alzan la voz con opiniones como la siguiente: “no tengo problema con no fumar en un restaurante donde estoy comiendo con más gente, pero no entiendo que no se permita a ni un sólo local a darme la oportunidad de fumar un “piti” mientras tomo un café”, defiende Alfonso Sirvent de sesenta años y a quien, como a muchos de su generación, le va a resultar más difícil cambiar sus costumbres.

Cómo denunciar

Este aspect0 es otro de los polémicos. Los dueños de los locales no quieren convertirse en policías, pero deben velar para que se cumpla la norma. Un hostelero, que no ha querido que revelemos su nombre, nos cuenta que ya le «consta» diversas inspecciones de policías locales por establecimientos de la zona, y ha dado orden a sus empleados de que estén atentos, y de que de vez en cuando se pasen por los aseos, por si los clientes han caído en la tentación. La multa (leve, de forma aislada, hasta 30 euros; grave, reincidencia, de 601 hasta 100.000 euros) va contra el cliente pero también contra el hostelero: «nos están poniendo las cosas muy difíciles», sostiene, «porque además también hay camareros que fuman, y que ahora tendrán que salirse para hacerlo y desatender el trabajo». Si el anterior fin de semana había todavía permisividad, los locales de ocio nocturno, pubs y discotecas tendrán este fin de semana una prueba de fuego. «¿Alguien ha pensado el ruido y molestias para los vecinos que supondrán las aglomeraciones de gente fumando en la puerta de los locales los fines de semana a altas horas de la noche?»

Los ceniceros han desaparecido de la barra de 'Casa Pedro'.
Los ceniceros han desaparecido de la barra de 'Casa Pedro'.

Para aquellos a los que les resulta insoportable la inhalación de humo ajeno, y comprueben que en el local en el que se encuentran la nueva ley no está siento cumplida, el gobierno y la Asociación de Consumidores en Acción (FACUA), les da la oportunidad de denunciar a dicho establecimiento o persona.

Para que no haya un colapso de denuncias, más de 700 recogidas por FACUA en el día de ayer, es necesario que sea el dueño del local quién se encargue de denunciar a la persona que incumple la ley y en caso de que el gerente se niegue a hacerlo, también es posible rellenar una hoja de reclamación y llevarla al lugar correspondiente, el registro, y poner una denuncia en la Consejería de Consumo, o en caso de que sea necesario denunciar a la Policía Municipal

También es posible denunciar a través de la red por los siguientes enlaces:

http://www.nofumadores.org/denuncias/instrucciones.asp

http://www.nofumadores.org/denuncias…_denuncia.html

https://www.facua.org/es/camp.php?seccion=2

One thought on “Los primeros días de la Ley Antitabaco, rodeados de polémica”

  1. A ver donde vamos ahora los fumadores a molestar a los que no fuman, así fumar sin molestar, ya no merece la pena, tendremos que dejar de fumar.

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