Los pecados habituales condenan al Petrerense

Redován 2 -1 Petrerense

No le ha sentado bien el parón de la competición de hace dos semanas al Petrerense, que el domingo pasado no consiguió mantener el acierto de la anterior jornada y volvió a su habitual rendimiento de cara al gol, tan escaso que le acabó costando la derrota ante un aguerrido Redován.

Cierto es que el campo, de hierba natural pero muy descuidado, estaba en unas pésimas condiciones y costaba ver fluidez en el juego de pases, aspecto clave en el conjunto petrerense. No obstante, los visitantes no pueden quejarse del inicio del partido, ya que en el minuto diez, en el primer acercamiento serio, Marquitos y Miguelico trenzan una buena jugada por la banda derecha que acaba en un medido centro para Coti, que no perdona. El Redován acusó el golpe y fue siempre a remolque en la primera parte; el Petrerense tuvo el control posicional del campo, pero le faltó profundidad en el juego y ambición en el carácter. Y como la desidia es un pecado capital, el Redován empató a cinco minutos del descanso en una jugada ensayada tras falta lateral.

El partido había sido de su equipo, así que Baldo no cambió nada para iniciar el segundo acto, pero el Redován no tardó en tirar por tierra cualquier estrategia con un gol a los cinco minutos de la reanudación. Un gol, además, idéntico, clavado, al de la primera parte. Es el enésimo gol que recibe el equipo de falta lateral; y vale que en esta división es una manera muy habitual de marcar -y recibir- goles, pero lo del Petrerense es para hacérselo mirar. Súbitamente por detrás en el marcador, sin merecerlo, el equipo rojiblanco pasó rápidamente al ‘plan b’ con más de media hora por jugarse, metiendo a tres delanteros en el campo y buscando más fútbol directo.

Si la misión era crear ocasiones, las medidas funcionaron, en especial en un córner que el Redován despejó bajo palos y en sendos remates ajustados de falta directa de José Alejandro, que salvó el portero local, muy jaleado por su equipo y el público. Pero crear ocasiones es sólo la mitad de la receta, como en otras ocasiones al Petrerense le faltó instinto asesino y el Redován se llevó un partido en el que, salvo los dos goles aislados, sólo había mostrado orden defensivo y un buen portero.

«Hemos quedado un poco en tierra de nadie», reflexiona Baldo, «a mitad de la tabla a falta de seis jornadas y sin posibilidades reales de luchar por el ascenso. Así que ahora lo que toca es seguir, dando minutos a los que menos han jugado y probando también variantes de cara a la temporada que viene. Igualmente, es importante conseguir buenos resultados para quedarnos con un buen sabor de boca y la sensación de ir en ascenso; veremos en qué puesto nos situamos al final, pero no está siendo una mala temporada». Este sábado, a las seis y media el equipo recibe al Torrevieja en el Barxell.

 

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