Hace apenas dos meses que el joven petrerí David Morcillo ha tomado las riendas del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Alicante, una poderosa aunque todavía desconocida herramienta para muchos universitarios, algunos de los cuales incluso ignoran su existencia. Precisamente una de las principales pretensiones de Morcillo como nuevo presidente del organismo es potenciar su presencia entre el alumnado, con el fin de sacar el máximo partido a este instrumento que trabaja para los estudiantes.

Alumnos que trabajan para alumnos

La entrada de David al Consejo de Estudiantes no es fruto de la casualidad. Desde que prácticamente pusiera el primer pie en la Universidad de Alicante en el año 2009 como estudiante de Ciencias Económicas,  ha estado trabajando de lleno en asuntos relacionados con los alumnos. Primero, como delegado de curso, más tarde como coordinador de la carrera de Economía y, en 2011 como presidente de la Delegación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales,  un contacto directo con los universitarios alicantinos y sus problemas que le ha abierto las puertas a la presidencia del máximo organismo de estudiantes,  a su cargo desde el pasado mes de diciembre gracias al 95% de los votos.

Conoce, pues, bien de cerca el terreno en el que se mueve y las carencias del consejo que ahora preside, que fueron las que le motivaron a asumir esta responsabilidad: «El Consejo de Estudiantes de la Universidad de Alicante ha sido hasta ahora un organismo aislado, estaba tan desactivado que había alumnos a los que le preguntabas y ni siquiera sabían qué es y para qué sirve. Nosotros hemos querido volver a activarlo, acercarlo a todos y actualizarlo para que sea útil», explica el joven, de 22 años.

En su labor, cuenta con un equipo integrado por 119 personas, procedentes de todas las facultades de la UA, que conforman  la Asamblea-«el parlamento de estudiantes», apunta David-. Sin embargo, ante la imposibilidad de reunirse regularmente, el trabajo diario lo asume la Comisión Permanente, reducida a 9 estudiantes contando con el propio presidente,   «que equivaldría al Consejo de Ministros del Gobierno», según apunta. Son ellos, y elegidos por el propio David en un intento de conseguir la mayor representatividad posible,  los que representan al consejo en distintas áreas de la UA, desde Deportes hasta Igualdad, Nuevas Tecnologías o Relaciones Institucionales: «He querido que todos los sectores queden representados en este organismo, por eso la Permanente la forman alumnos de distintas facultades  y  edades, para que así tengamos una visión más global y local a la vez de los problemas de cada centro y además que queden unidas la experiencia de los estudiantes que llevan más tiempo en la universidad con la energía y ganas de hacer cosas de los nuevos. Es importante la labor que se hace desde aquí para mantener un contacto directo con las delegaciones de estudiantes así como con el resto de organismos de la universidad».

El derecho a huelga y un banco de tiempo, ambiciosas propuestas del nuevo consejo

Tienen por delante dos años, hasta finales de 2015, para poner en marcha sus planes, encaminados principalmente a garantizar los derechos de los alumnos y contribuir a una mayor conexión entre ellos. Así, además de mover el Consejo por las distintas redes sociales para ganar presencia entre el alumnado, David y su equipo trabajan ya en otras propuestas, dos de ellas clave para el futuro de los estudiantes:la creación de un banco de tiempo y el cambio de la normativa del derecho a huelga en la UA.

Sin duda, uno de los principales atractivos de la Universidad de Alicante es su campus, donde quedan recogidas todas las facultades, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares de España. Una ventaja de la que David está dispuesto a sacar partido a través de la puesta en marcha de un banco de tiempo, una especie de networking en el que queden conectados todos los alumnos pudiendo beneficiarse unos de otros de sus conocimientos . Así lo explica el petrerí: «La idea es que los estudiantes hagan contactos dentro de la propia universidad, que una vez estén inmersos en el mercado laboral, tengan la posibilidad de trabajar entre ellos. Para eso, vamos a crear un banco del tiempo, que será además el primero en una universidad española, y funcionará como una cadena de favores que se medirá en horas. Por ejemplo, si un estudiante de Económicas necesita que le creen una página web, puede contactar con un estudiante de Publicidad, y éste, cuando necesite un plan empresarial o asesoramiento jurídico o cualquier otro asunto, podría ser ayudado por otro estudiante. El objetivo es que los alumnos de distintas carreras se relacionen, algo que no pasa ahora,  y eso puede generar futuros proyectos en común, porque al final siempre van a necesitar contactos y saber quién te puede ayudar en determinados temas es un gran paso».

El segundo gran proyecto del Consejo de Estudiantes es lograr la implantación del derecho a huelga en la universidad alicantina. «A día de hoy, es necesaria una regulación de esta normativa, pues aquellos alumnos que quieran unirse a una huelga se les contabiliza como falta en las clases a las que no acudan. Y eso en el Plan de Bolonia en el que estamos es muy perjudicial, ya que al tratarse de evaluación continua, una falta sin justificar en cualquier asignatura puede resultar un problema de cara a la evaluación final», expone David. El objetivo, pues, es trabajar en un cambio de normativa que evite conflictos entre alumnos que quieran adherirse a una huelga y los que no garantizando que las huelgas queden como faltas justificadas.

Falta de implicación de los jóvenes estudiantes

En estos tiempos convulsos, que afectan de lleno a los universitario con el recorte de becas y aumento de tasas, David Morcillo echa en falta una mayor implicación de los jóvenes estudiantes en los asuntos que les conciernen. «Si es cierto que hay más unión que hace unos años, pero todavía falta motivación. Hay muchos alumnos que siguen pensando que no sirve de nada moverse, actuar, cuando es justo lo contrario: cada vez es más necesario que juntemos fuerzas y luchemos por lo nuestro. Están vulnerando nuestros derechos y no podemos estar quietos», considera.

Además de su labor al frente del Consejo de Estudiantes de la UA, David sigue muy presente en las Juventudes Socialistas de Petrer, donde actúa como tesorero: «Es un grupo muy unido en el que también trabajamos duro para sacar adelante los proyectos en los que creemos».