Dejar cualquier disputa política al margen de las fiestas es el mensaje que el presidente de la Unión de Festejos, Enrique Rubio, y la concejala de Fiestas, Ana Tortosa, han lanzado después de las críticas de dos destacados dirigentes del partido político Ciudadanos en sus redes sociales sobre el acto organizado por la entidad festera el pasado viernes.
La Unión de Festejos reunió, adoptando todas las medidas de seguridad, a los presidentes de las diez comparsas de los bandos moro y cristiano, los alcaldes de fiesta, la Mayordomía de San Bonifacio, el sacerdote Antonio Verdú que era el párroco de la iglesia de San Bartolomé cuando se suspendió, así como a la alcaldesa y la edil de Fiestas en representación del Ayuntamiento. Todos ellos firmaron en el Libro de Honor de la entidad festera, dejando constancia para el futuro de los motivos que llevaron en abril a la suspensión de las fiestas del año 2020, algo que entonces se hizo de manera telemática.
El presidente de la Unión de Festejos ha explicado que “es un acto organizado por la Unión de Festejos porque entendimos que era necesario dejar constancia de esta situación y que quede reflejado para la historia”, respondiendo así a las afirmaciones de los dirigentes de Ciudadanos en las que atribuyen a la alcaldesa la idea de realizar el citado acto.