El avance imparable de las tecnologías de la comunicación, quizá el aspecto más definitorio de nuestra época, ha ido en estos últimos años derivando hacia una progresiva “socialización” de servicios y herramientas: desde Facebook a Skype, pasando por Twitter o Tuenti, el auge incontestable de las redes sociales viene a cubrir ese “contacto humano” que por la movilidad, lo inabarcable de las grandes ciudades o el paso del tiempo, simplemente, se iba haciendo más difícil mantener.
Puestos a recuperar el “contacto” y los nexos que una vez tuvimos, pocos lugares más queridos de revisitar que nuestra infancia. Eso han debido pensar los creadores de la Comunidad Escolar Primo de Rivera en Facebook, un foro público que, sin más pretensión que la de ir uniendo a antiguos alumnos y docentes ya tiene 356 miembros y más de 220 fotografías. Es, sin duda, la comunidad ‘nostálgica’ (el colegio lleva años con sus instalaciones en desuso) con más seguidores en nuestra localidad de Facebook y una muestra de que a la incesante búsqueda del mañana que proclamaba toda nueva tecnología le sucede hoy ese interés por nuestro pasado, el recuerdo, el ‘revival’. He dicho interés y diría gusto, pues no hay más que ver lo agradecidos que se sienten todos los integrantes de la comunidad con la iniciativa, saludando a antiguas amistades, teniendo noticas del “perdido” del antiguo grupo, reconociéndose en las fotografías y valorando el camino recorrido desde entonces.
Hay fotografías (y 6 vídeos) de todas las épocas del mítico centro educativo, desde finales de la década de los 40 hasta de este mismo milenio, y en todos los ámbitos: en clase, en el patio, en Carnavales y otras fiestas, en excursiones, en el viaje de fin de curso, en quedadas de convivencia posteriores… Así, la comunidad es muy variada, desde algunos que ya pintan canas hasta jóvenes veinteañeros, mostrando así un vistoso crisol de un pasado (un patrimonio) común.
Administrada por el que fuera director del centro, Pepe Medina, y por Pablo Navarro, que dedicó casi 30 años de su vida a formar varias generaciones de petrerenses, la comunidad crece con cada nuevo contenido que todo el mundo va aportando. Con frecuencia, una nueva aportación inesperada, que hace emerger vivencias semiolvidadas, es aplaudida por todos, pero Pablo Navarro reconoce “que, si bien la intención de la página es cada uno vaya subiendo lo que tenga, hay lo que hay y es una pena; antes se hacía pocas fotos, no había medios”. Pero si bien los registros gráficos son finitos, lo que ha despertado en muchos está comunidad entra en el terreno de los intangibles, de los sentimientos. En palabras de la exalumna Lucía Martínez, como muestra de los comentarios que se pueden leer en el foro: “muchas gracias Pablo y Pepe, por hacernos llegar de nuevo, tal cantidad de recuerdos y de momentos maravillosos. Tras años de recibir educación por parte de vosotros, ahora soy yo quien da clase, y os aseguro que adoro la escuela y la cantidad de cosas bonitas que se pueden hacer en ella. Mis maestros, sois mi gran ejemplo a seguir, pues conseguisteis que todos amásemos el colegio ¡¡Muchas gracias!! Por todo”. Especial significación tiene para los que están fuera, como Noe Calero: “daros las gracias por este trabajo que estáis haciendo que, al menos a mí que estoy lejos de Petrer, me hace una tremenda ilusión y nos trae muy buenos recuerdos”.
Nota: todas las fotografías y declaraciones están extraídas de la citada comunidad.