En una muesca más de un proceso que ha ido pasando por diversas fases, muchas de ellas contradictorias, la protesta vecinal que reunió a 200 personas en junio de 2005 para impedir la tala masiva de árboles en la Gran Avenida ha derivado hoy en la comparecencia en los juzgados de Elda de 13 imputados por desobediencia a la autoridad. Una de las mayores defensas arbóreas del país, que vivió momentos como el encadenamiento de vecinos a los árboles, la recogida de 7.000 firmas en contra o protestas multitudinarias a las puertas del consistorio, entra así en un proceso judicial del que los acusados creían haber salido con la retirada de la querella que la empresa promotora de las obras del párking interpuso en su momento.
Sin embargo, es ahora el Ministerio de Justicia el que les lleva a los tribunales en relación a los sucesos del día 15 de junio, identificando a los imputados como las cabecillas de la multitudinaria protesta que a pie de calle se vivió ese día y en la que actuaron policías nacionales y antidisturbios, produciéndose diversos enfrentamientos e incluso heridos. Antes de entrar al juzgado, los acusados, entre los que se encuentran ecologistas, amas de casa, un exconcejal de UPD, presidentes de asociaciones vecinales e incluso una veterana de casi 80 años y otra invidente, se han mostrado indignados porque los dirigentes políticos de entonces, el exalcalde Juan Pascual Azorín y el concejal del área Eduardo Timor, «fueron quienes llamaron a la policía y propiciaron los disturbios, y no han dado la cara».
Esta «pesadilla», como ha tildado la situación una de las imputadas, «ha venido provocada por las promesas incumplidas en relación a la construcción del parking, nosotros sólo intentamos impedir que se produciera una masacre de los árboles» . El exalcalde Azorín ha reconocido en varias ocasiones que «quizá no se informó adecuadamente a los vecinos».