Injusticias del fútbol

Cox 2 – 1 Petrerense

Bien pronto quedó claro que sería un partido de echarle ganas -por no decir otra cosa-; en concreto dos minutos, el tiempo que tardó el Cox en hacer el primero. Fue en una jugada de estrategia, en una falta lateral al primer palo para la anticipación del delantero. Les salió bien, y el Petrerense ya fue a remolque todo el partido. Pero aceptó el desafío, y se puso a mover el balón, jugando al toque y al desmarque, haciéndose pronto con el control del juego. El Cox se diluyó y se cerró muy atrás, no sabemos si para defender un resultado con todo el partido por delante. Nadie en la hinchada local creía en la táctica, pues comenzaron a sucederse las ocasiones del Petrerense. Las hubo de todos los colores: ataque en superioridad numérica (¡ese último pase!), disparos francos desde dentro del área (¡esa puntería!), duelos contra el guardameta (¡esos nervios!), etc. Incluso hubo un tiro al larguero y posiblemente hasta un gol fantasma, en un zambozazo de falta directa de Coti que también tocó en el larguero y posiblemente botara dentro antes de salir de portería. El equipo lo estaba dando todo, pero era uno de esos días que hacen bueno el tópico de que cuando la pelotita no quiere entrar…

En la segunda parte, el Petrerense redobló esfuerzos, metiendo otro delantero arriba, pero el Cox, del que no se sabía nada desde su gol tempranero, volvió a desmelenarse en los primeros instantes de la reanudación y montó un contraataque letal que Álvaro, central, sólo pudo parar en falta. La consecuencia fue una roja directa que ponía a los hombres de Garrido contra las cuerdas. Jugando con tres atrás, el equipo persistió en su ahínco y finalmente Claudio cazó un rechace en el área para hacer el empate a un cuarto de hora del final. Crecidos por el tanto, el Petrerense siguió con su ofensiva total, cuando llegó la última brillante irrupción del Cox en el partido, en un nuevo contraataque que acabó en gol a cinco minutos del final. El partido murió con balones al área del equipo local, con medio Petrerense arriba, pero la suerte ya estaba echada.

Para Baldo, «no es normal tener tantas ocasiones y fallarlas. La lectura es que fue un gran partido, jugamos bien al fútbol y merecimos ganar, pero hoy no pudo ser». Este domingo, a las doce de la mañana en el Barxell, el líder del grupo, el filial del Crevillente, se mide al Petrerense. «Será seguro un buen partido», predice Baldo; «el Crevillente es posiblemente el equipo que mejor juega de nuestro grupo, pero nosotros tenemos nuestras armas y podemos vencerlos si jugamos con la intensidad de hoy».

 

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