EQUO Elda-Petrer advierte sobre la necesidad de tomar medidas para que el proyecto de alquiler de bicicletas no sea un nuevo despilfarro de dinero público

La formación ecologista ha apoyado hoy la creación de un servicio de alquiler de bicicletas para Elda, pero ha advertido que puede acabar en «despropósito» si no se hacen bien las cosas. Para evitarlo, han propuesto varias ideas, como incidir en el fomento del uso de la bicicleta, normas de tráfico adaptadas a las mimas y creación de itinerarios específicos, además de poner en marcha un observatorio para la movilidad urbana Elda-Petrer.

Los componentes de EQUO Verdes Elda-Petrer José Joaquín García (izquierda) y Manuel Ibáñez atienden a la prensa en la Plaza del Ayuntamiento de Elda.

Para poner en marcha el servicio de alquiler de bicicletas, el Ayuntamiento de Elda cuenta con una subvención de 91.000 euros de la Agencia Valenciana de la Energía, organismo dependiente de la Generalitat y el resto hasta 130.000 euros tiene que aportarlos el Ayuntamiento. El servicio tendrá que estar en marcha antes de septiembre de 2012. «EQUO está a favor de crear un servicio de alquiler de bicicletas para Elda, pero ante el poco tiempo disponible (septiembre de 2012) para ponerlo en marcha, si se quiere acceder a la subvención, nos tememos que sea un nuevo fracaso de políticas que pretenden ser ecológicas, pero que adolecen de falta de planificación y participación ciudadana, con el riesgo de despilfarrar dinero público en una época de crisis como la actual, en la que hay servicios públicos básicos que están sufriendo continuos recortes», explican desde la formación. A propósito de este proyecto, desde EQUO Elda-Petrer han querido aportar algunas ideas:

Fomento del uso de la bicicleta.  «La bicicleta tiene una serie de ventajas sobre otros medios de transporte: es saludable, no contaminante, ahorra dinero al no consumir combustible, favorece las relaciones humanas, reduce el estrés, limita el ruido en la ciudad, favorece el comercio en los centros históricos, reduce las inversiones en señalización de las calles, etc. que lo hace no un medio de transporte alternativo, sino preferente que deben fomentar los poderes públicos».

Normas de tráfico adaptadas a las bicicletas. «En la actualidad, las entidades locales tienen competencia para establecer las normas de tráfico que le afecten a su entorno urbano. Si queremos que el uso cotidiano de la bici sea una realidad, la normativa de tráfico tiene que dar preferencia a este medio de transporte y a todo lo que atañe a la circulación segura de los ciclistas».

Creación de itinerarios para las bicis. «La adecuación de calles y espacios urbanos para la circulación de las bicicletas, incluida la conexión con los polígonos industriales, no tiene por qué suponer un gran desembolso económico, aunque es en ese aspecto donde debería realizarse la mayor inversión, ya que de nada sirve poner bicis a disposición de los  ciudadanos, que por otra parte muchos ya la tienen, si para circular por la ciudad han de jugarse la vida continuamente. Y todos conocemos las problemáticas condiciones de tráfico que presenta  Elda. Eso quiere decir que los carriles bici se hacen imprescindibles en la vías de circulación rápida, siempre bien señalizados y separados de la calzada por donde circulen los vehículos a motor. Y también es necesario limitar la velocidad y las distancias mínimas entre los vehículos a motor y las bicis y entre los peatones y las bicis, lo que requiere un estudio en profundidad de la situación. Para ello, proponemos la creación de un Observatorio para la movilidad urbana en Elda-Petrer, ya que no podemos olvidar que ambos municipios conforman una misma realidad física y urbana. Este instrumento debería coordinar a  ambas concejalías de Tráfico y Medioambiente, así como contar con representantes de la sociedad civil, con el objetivo de evaluar el proyecto que se propone y efectuar un seguimiento que mejore su eficiencia».

«Si éstas y otras medidas que vayan en el mismo sentido no se tienen en cuenta, parece inevitable que este proyecto fracase, sobre todo en un entorno como el de Elda-Petrer sin costumbre ni cultura urbana de la bici, como la hay en otras ciudades. Y si esto es así, ¿cómo vamos a justificar delante del ciudadano, una vez más, el mal uso del dinero público?», se han preguntado como reflexión final.

 

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