Coca de Aspe 3 – 0 Petrerense
En el fútbol no hay más justicia que los goles, y los goles los puso la Coca de Aspe este pasado fin de semana ante el Petrerense. Una lástima, porque a pesar de la contundencia en el marcador, el Petrerense no jugó un mal partido, ni mucho menos, llevando el peso del encuentro y creando ocasiones, pero poco más se puede hacer cuando el rival que consigue tal eficacia en sus oportunidades: el cien por cien.
Además, los golpes cayeron muy pronto. En el minuto 12, el 1-0, en una contra fulminante iniciada en la izquierda y cerrada en el punto de penalti por el delantero centro, en un remate inapelable a la escuadra. Casi sin tiempo para asimilarlo, la Coca de Aspe dio otro zarpazo apenas cinco minutos después, en una jugada muy similar. El 2-0 fue una pesada losa, y si la Coca ya había empezado el partido replegado en su campo, imagínense ahora. El Petrerense lo intentó, no obstante, y supo encontrar resquicios en el muro defensivo del rival, pero Marquitos no tuvo su noche y Claudio sigue sin encontrar la puntería.
En la segunda parte, toque de corneta, no quedaba otra. Un delantero más, defensa de tres, presión arriba y en busca del gol de la esperanza en el primer cuarto de hora. Ese era el plan, pero no funcionó; el equipo de Baldo fue cazado -minuto 10 de la segunda parte- en otra rapidísima jugada que los dos habilidosos puntas rivales se guisaron solos, al más puro estilo de Juan Palomo. Hay que reconocer, en este sentido, lo trabajado que está la Coca de Aspe para este tipo de juego, con buenos pasadores al espacio y con gente arriba veloz como gamos. Salvando las diferencias, los goles recordaron a esas contras atómicas que hemos visto al Madrid en los últimos tiempos.
El 3-0 fue definitivo. El Petrerense, tirando de amor propio, siguió intentándolo, aunque sólo para engrandecer la figura del meta rival, que sacó buenas manos a todo tiro que le llegó. A partir del minuto 30, Baldo se dio cuenta de que el partido no iba para milagros y comenzó a hacer cambios pensando en esta semana. «Fue un partido extraño», asegura el entrenador, «más que nada por la eficacia de la Coca. Nosotros cometimos algunos fallos en la basculación, pero jugamos bien, y se lo he hecho ver al equipo, que tiene la moral alta y sabe que sólo nos falta ajustar algunas cosas, conseguir concretar alguna de nuestras ocasiones y seguir con nuestra filosofía».
Los resultados de los rivales directos acompañaron, y el Petrerense sigue a cinco puntos del segundo puesto con toda la segunda vuelta por delante (el Crevillente, eso sí, líder de la competición, ya tiene una ventaja importante). Esta semana el equipo jugará contra el Algorfa (seis y media en el Barxell) con la intención de reencontrarse con la senda de la victoria.