Celta 2- 1 Real Madrid
Lo que no consiguió David Torres con el Alcoyano, lo firmó ayer otro vecino de la villa, Cristian Bustos, con un zapatazo de bandera que duplicó la ventaja del Celta, obligando al todopoderoso Madrid doblar la rodilla en Balaídos. Ha sido el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey y la vuelta -9 de enero en el coliseo blanco- será una pelea épica para los celtiños, pero tener la eliminatoria abierta y vencer al equipo capitalino no es moco de pavo.
Fue un partido intenso y vibrante, de Copa, jugado bajo la lluvia y con las gradas a reventar. El Celta ejemplificó el gran nivel de nuestro fútbol y manejó los tempos en la primera parte ante un Madrid que lo intentaba pero sin claridad. Las mejores ocasiones, de hecho, fueron para el equipo local, especialmente en las botas del coreano Park.
Los goles llegaron en la segunda parte. En una buena jugada, con centro al segundo palo desde la izquierda, Bermejo hizo el primero rematando bajo las piernas de Adán. Y a un cuarto de hora para el final, Bustos puso el 2-0 en el marcador con un gran disparo desde fuera del área que agujereó la escuadra derecha. Cristiano Ronaldo hizo el último tanto del partido en los últimos minutos, toda una bocanada de vida para el equipo merengue.
Primer gol de Bustos en el Celta
El petrerense Cristian Bustos, de 29 años y que juega de mediocentro defensivo, había jugado más de 90 partidos con el Celta y no había marcado gol. En esta ocasión salió del banquillo para perforar la red, eligiendo una fecha histórica para hacerlo.