En su pregunta, Llamazares argumentaba que se trata de «un lugar emblemático para el recuerdo del último Gobierno de la II República» que «merece formar parte del patrimonio histórico y cultural que debemos conservar y proteger para las generaciones futuras».

En una proposición no de ley suscrita por Esquerra Unida del País Valencià en enero de este año, se insta al consell y a la consellería de Cultura a declarar la finca como Bien de Interés Cultural (BIC), hecho que obligaría al actual propietario a abrir el palacete al público durante al menos cuatro días al mes.

Y en estos términos se ha vuelto a expresar el gobierno central, indicando que para la «protección» de ese edificio «no sería necesaria su adquisición por la Administración General del Estado, u otra administración territorial», sino que «bastaría que fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC)» por parte de la Generalitat”.Esta última declaración del Gobierno abre una nueva posibilidad para un apertura al público de la finca, algo que habían rechazado sus propietarios hasta el momento.

La finca ‘El Poblet’, también conocida como ‘La posición Yuste’, se encuentra enclavada en el término municipal de Petrer, a poca distancia de la partida de las ‘Pedreres Baixes’, al noreste del núcleo urbano y próxima a los límites de los municipios de Sax y Elda.  La importancia esencial del lugar reside en su protagonismo histórico en los últimos momentos de la Guerra Civil, donde se estableció la última sede del gobierno de la II República.

En los últimos compases de la II República, ‘El Poblet’ sirvió como residencia del presidente del Gobierno, aproximadamente entre el 26 de febrero y el 6 de marzo de 1939. En aquellos días, Negrín, que se sentía inseguro y controlado en Madrid, había abandonado la capital del estado al resguardo de un lugar más adecuado para reorganizar la infraestructura gubernamental o, como mínimo, preparar una posible retirada organizada de las tropas. Durante esa etapa, la finca recibió la visita de la práctica totalidad del gobierno republicano y en sus salones se celebraron los dos últimos Consejos de Ministros, entre ellos el consejo en el que el Gobierno decide finalmente marcharse de España.

El acceso al interior de la casa principal ha sido uno de los más difíciles retos de administraciones, historiadores y periodistas, que se han visto siempre con la negativa de acceso por parte de sus propietarios y han sido muy pocos los privilegiados que han podido visitar el interior.  De hecho, el continuo hermetismo provocó la puesta en valor de este peculiar enclave en diferentes épocas. Ya en 1986 el diario “El Carrer” hacía público el interés por parte del Ministerio de Cultura. En 1997 la prensa local hablaba de que el Gobierno belga quiso comprar la finca para convertirla en residencia del dictador congoleño Mobutu Sese Seko. Y posteriormente a Televisión Española se le negó el acceso al interior de la casa para rodar un capítulo de una serie dedicada a la Guerra Civil.