Rebasado el minuto 90, ya en el añadido, el Petrerense armó un último ataque que se antojaba letal cuando Elías encaró, en soledad y en ventaja, al guardameta del Tháder. Pero el portero está ahí para algo, ¿verdad? Su parada dio lugar a un contragolpe fugaz que los visitantes consiguieron materializar para deshacer el empate en el último suspiro del partido. Esa es la grandeza del fútbol, suponemos, aunque el jarro de agua fría que supuso el gol todavía agria el ánimo de los rojiblancos, duodécimos en la clasificación (15 puntos tras 14 jornadas).

Fue un partido parejo, como otros tantos que vemos en la categoría, y con buenos momentos de fútbol. El Petrerense tuvo el balón y el dominio territorial, aunque el Tháder se mostraba muy vivo al contragolpe; ambos tuvieron ocasiones -más los locales- que marraron en una primera parte sin goles. En la segunda, al cuarto de hora Pedro hizo el primero y en los minutos siguientes pudo caer alguno más para sellar la victoria. No fue así, y el Tháder castigó la falta de acierto de los nuestros en el minuto 80, cuando logró el empate, y en las postrimerías del choque, con la jugada ya relatada que les dio la victoria.

El Petrerense viaja el próximo fin de semana -no este, que descansa la competición- al campo del Cox, que le sigue en la clasificación, y en el que intentará puntuar a domicilio por segunda vez esta temporada, tras estrenarse hace dos semanas ante el Albatera con una victoria.