La madrugada del pasado día 7 de este mes, la policía municipal fue capaz de atrapar en las piscinas a dos jóvenes que llevaban un rato arrojando objetos al agua, entre ellos dos bancos y un contenedor de basuras. En las instalaciones de baño municipales, no obstante, han persistido el vandalismo y la fechoría, hasta el punto de requerir una vigilancia especial de los agentes, que ayer tuvo sus frutos.

Así, ayer, se montó un operativo en el que una de las unidades de vigilancia pasó la noche en el interior del polideportivo. No tardaron mucho en llegar los primeros ‘visitantes’: «A las once y veinticinco», recoge el parte policial, «han saltado cuatro jóvenes al interior y tres de ellos se han puesto a bañarse. Todos son menores de edad y están domiciliados en Alicante y alrededores. Al ser preguntados por losa gentes por el motivo de encontrarse en esta población, afirmaron que llevaban varios días por Petrer y que sus padres estaban en Alicante». Ante esta revelación, «al ser menores y presentar situación de riesgo, son trasladados a la comisaría del CNP de Elda donde se da aviso a sus padres, que se personan y se hacen cargo de los mismos, siguiendo con los protocolos de seguridad para los casos de intervenciones con menores».

La autoridad instruyó diligencias por los hechos, denunciando a los cuatro por la ordenanza municipal de convivencia. Además, se formuló denuncia por tenencia de estupefacientes a uno de los menores. ¿Se habrán acabado así los baños nocturnos en las piscinas municipales? La situación se ha repetido todo el verano, con numerosas quejas de vecinos a los que despiertan los chapuzones y los gritos y risas (en los peores casos también con escenas de vandalismo), así que desde el ayuntamiento han confirmado que el dispositivo de vigilancia se mantendrá hasta el final del estío. «No permitiremos que actitudes incívicas se conviertan en un hábito. Esperamos que el dispositivo actúe como medida disuasoria».