Hispanitas Balonmano Petrer 27 – 29 Sant Joan d’Alacant
No puede escribirse este año una crónica del balonmano local en la que no se destaque a la grada. Llenó el Pabellón Gedeón e Isaías Guardiola una semana más y tiró del equipo en todo momento, que remó todo el partido para morir en la orilla. «Lo dimos todo en la pista, pero la verdad es que no terminamos de jugar bien». Las palabras del entrenador Trigueros refieren una perniciosa tendencia del equipo en esta temporada: las primeras partes están siendo un desacierto tras otro.
El partido ante el Sant Joan no fue la excepción: los visitantes se fueron 4-9, y el Hispanitas fue exigido desde el principio. Hay una especie de ansiedad, de precipitación. El equipo no se planta en la pista con confianza. Al descanso el equipo se fue tres abajo, pero siguió luchando hasta igualar a 21 a diez minutos del final. El esfuerzo, jaleado por la grada, había sido grande, tanto que se quedó sin fuelle en el peor momento. El Sant Joan se volvió a ir de cuatro (21-25) y la distancia ya fue irrecuperable pese a nuevo arrebato (27-29, marcador final).
«Sólo hemos hecho una buena primera parte esta temporada, e ir siempre a remolque se paga en muchas ocasiones. Después crecemos y damos un buen tono, el reflejo del balonmano que podemos practicar, pero no siempre nos llega. Este partido ante el Sant Joan, que es un rival, como yo digo, de nuestra liga, estuvimos cerca, pero hace dos semanas ante el Elche no tuvimos ninguna opción a partir del cuarto de hora. Somos todavía inexpertos y este problema hemos de corregirlo». Trigueros sabe que el equipo va octavo (de doce) y está cumpliendo en la clasificación, pero también sabe que todavía no se han enfrentado al grueso de equipos punteros «y vendrán épocas donde sea difícil sumar».
El próximo rival, el Algemesí -domingo a las doce-, es uno de uno de esos difíciles de batir, con tan solo una derrota esta temporada. La buena noticia es que Trigueros recupera a un jugador importante en ataque como es Joseba.