UGT y CC.OO han convocado una asamblea conjunta este viernes 8 de febrero en Madrid, en la que está prevista la participación de 10.000 representantes sindicales de todos los sectores productivos y de servicios. El País Valenciano asistirá con una potente delegación, encabezada por los secretarios generales de CCOO PV, Arturo León, y de UGT-PV, Ismael Sáez.
Ambos sindicatos exigirán a las empresas que trasladen a los convenios colectivos la subida salarial en torno al 3% y el salario mínimo de convenio de 14.000€ anual pactado, y el apoyo al Gobierno para que saque adelante la modificación de la reforma laboral, comprometida con los sindicatos UGT y CCOO, así como la derogación de la reforma de las pensiones.
Negociación colectiva, diálogo social e igualdad
El proceso de movilización que culmina en el acto estatal empezó con la celebración de asambleas en los centros de trabajo, con dos puntos de inflexión: el acto unitario del 8 de febrero y la jornada de movilización del 8 de marzo, que se suma a la huelga feminista en defensa de la igualdad, los derechos laborales y contra las violencias machistas.
La asamblea del día 8 forma parte de una campaña a la ofensiva para reclamar al Gobierno y a la mayoría parlamentaria que apoyó la moción de censura, así como y a las organizaciones empresariales el cumplimiento de los pactos logrados, con la advertencia de que, en caso contrario, la movilización crecerá en intensidad y se prolongará en el tiempo. «Será una movilización sostenida en la negociación con la patronal: especialmente en aquellos sectores donde todavía no son una realidad los 1.000 euros al mes (14.000 al año) acordados en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva», sostienen desde los sindicatos. Y prosiguen: «En el diálogo social con el Gobierno: para recuperar derechos, derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral y la reforma de pensiones de 2013. En defensa de la igualdad, para eliminar las brechas laborales de género, en especial la salarial y la precariedad en el empleo, que repercuten a lo largo de la carrera laboral de las mujeres hasta alcanzar una importante brecha en pensiones».