El pasado domingo 19 de Septiembre se celebró el Día Europeo sin Coche con una marcha en al que participaron alrededor de medio centenar de personas. El paraje elegido en esta ocasión fue el Campamento de Caprala, punto de inicio y final del recorrido proyectado para la ocasión, contando con la asistencia de la concejal de Medio Ambiente Pepa Villaplana.

En torno a las nueve de la mañana los asistentes comenzaron el recorrido en dirección al primer árbol destacado, el pino de la Casa de Marcos. El recorrido siguió por un sendero que recorre la pinada de la llamada Umbría de Marcos, un bosque que cubre gran parte del paraje de Caprala. El comienzo del mismo cruzaba un pequeño arenal, que nos recordaba que gran parte del valle de Caprala –incluyendo l’Almorchó- y el vecino Arenal de Pruna, ahora desaparecido, estaban formados por grandes depósitos de arena.

Una vez que la marcha salió a la carretera, siguiendo un sendero de pequeño recorrido, la marcha continuó hasta el paraje conocido como Estrecho de Caprala, un pequeño estrechamiento del valle que separa este del vecino paraje de L’Avayol, aunque luego giró a la izquierda para llegar a un nacimiento de agua, situado en el cruce de la pequeña pista de tierra y la senda que lleva a los parajes del Chocolate y la Cueva del agua, situados más al norte.

A continuación, los senderistas se dirigieron a Caprala parándose para contemplar un lavadero para la ropa,  una reliquia del pasado. Cerca de allí, una gran balsa ahora vacía recordaba los tiempos en los que muchos petrerenses vivían en el campo (y del campo). Para completar el conjunto, la llamada Casa del Reloj, así llamada por un reloj situado en una hornacina, marcaba las horas de riego para los habitantes de los campos vecinos.

La marcha continúa por la carretera pasando por las numerosas casas de campo hasta el cruce de la misma con la que viene de Les Pedreres, justo enfrente de la Casa Rural de la Esperanza. El recorrido continuó en dirección al campamento, cruzando el caserío de Caprala y llegando de nuevo al pino de la Casa Marcos, esta vez por la pista de tierra, finalizando en el Campamento de Caprala, en donde el día se completo con el clásico almuerzo.

Al margen de la connotación clásica de este día, el de dejar los vehículos y caminar o coger el transporte público, que debería ser potenciado no solo por el ayuntamiento, sino también secundado por la empresa de transporte urbano de Petrer como debería ser, mejorando el servicio y potenciándolo, es un buen día para plantearse, los que nunca hayan caminado, de empezar a coger una mochila y recorrer los parajes de Petrer, algunos de los cuales no necesitan la innecesaria visión de un aparcamiento de coches descontrolado, como ya empieza a parecerse la Chabola del Forestal.

Mi felicitación para la guía de la marcha, Reme Milla Poveda, amante de los parajes petrerenses y una de cuyas rutas sirvió de recorrido para el Día Europeo sin Coches y que aparece en el libro I hui… on anem?