La Mesa Provincial del Agua ha respaldado esta mañana por unanimidad las alegaciones al borrador del Plan de Cuenca del Tajo que se presentarán ante el Ministerio de Medio Ambiente este mes. La presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, ha calificado la demanda de constructiva y argumentada y se ha felicitado por el respaldo de todos los miembros a las alegaciones. «La provincia de Alicante hace una defensa unida de la continuidad del trasvase Tajo-Segura y se aportan soluciones y alternativas al plan de cuenca», ha sostenido.
Las alegaciones solicitan, en primer lugar, una modificación de las nuevas reglas de explotación del acueducto Tajo-Segura, anulando el incremento de los umbrales en Entrepeñas y Buendía. Asimismo, se pide corregir las insuficiencias del modelo Tajo y el agravamiento de la situación en cabecera, planteando un reequilibrio territorial de recursos y demandas. Finalmente, se reclama que se estudie con mayor precisión las nuevas demandas de Madrid y Castilla La Mancha que se imputan a la cabecera del Tajo, ya que se calculan sobreestimadas en un 40%.
Luisa Pastor ha destacado que «los planes de cuenca son, en estos momentos, una oportunidad para que todos los territorios seamos capaces de llegar a acuerdos sensatos y asumibles. Las alegaciones que se presentan a la Mesa del Agua recogen también esas premisas. Necesitamos los excedentes, lo que les sobra a otras comunidades».
Pastor ha agradecido a la Comisión Técnica su trabajo porque sirve para que todas las administraciones representadas – autonómica, provincial y local-, sectores empresariales, regantes y agricultores, cuenten con argumentos firmes y sólidos con los que defender la provincia de Alicante. Para la presidenta de la Mesa del Agua, un país que realmente quiere salir de la crisis fija sus pilares y un plan hidrológico nacional consensuado es un pilar. “Agua en cantidad, calidad y a un precio razonable no es una exigencia, es un derecho”.
Las alegaciones en profundidad
Sobre caudales de reserva, la Mesa del Agua propone dos opciones, la anulación del artículo 26 de la normativa en su apartado 3 o una implantación gradual a 10 años vista que permita estudiar esa circunstancia especial en periodos de extrema sequía. La Comisión Técnica demuestra que para una situación como la propuesta de 900 hectómetros cúbicos de existencias entre Entrepeñas y Buendía y un nivel de referencia de 400, la provincia de Alicante no recibiría trasvase durante 42 meses, si aplicáramos estos parámetros a un periodo de sequía extrema como el sufrido de 2004-2010. A este respecto se propone o mantener los actuales umbrales o graduar a un plazo mayor los mismos atendiendo a las circunstancias de sequía que puedan sobrevenir.
Las alegaciones ahondan en los problemas de las normas de explotación tal cual están previstas y propone aumentar el ámbito de estudio del Tajo teniendo como clave la interconexión del Tiétar con el Alberche (en el Tajo Medio) para poder suministrar a la cuenca alta que es la que soporta el 85% de la demanda, pues abastece a Madrid, y Castilla La Mancha. Como ejemplo se citan los índices de reservas de los embalses de ambas zonas atendiendo a las grandes sequías de 82-84, 92-95 y 2005-09, y que ponen de manifiesto las diferencias entre una y otra. También se señala como importante incluir en el ámbito el Acueducto Tajo- Segura para poder atender demandas y analizar no sólo la hidrología sino también la pluviometría.
Las alegaciones recogen la necesidad de revisar las previsiones de demandas para abastecimiento que se calculan sobreestimadas en un 40%, pues para las estimaciones se tomaron en cuenta los datos de 2005, el año de mayor nivel de consumo per cápita de los últimos 20 años. La realidad, sostienen desde la Mesa, «está demostrando una tendencia contraria pues de 2005 a 2007 se ha reducido el consumo de agua potable». El ejemplo significativo lo marca la facturación en los Canales de Isabel II que abastece a 6,3 habitantes (tres veces la población de la provincia de Alicante). En 2011 facturó 422,6 hectómetros cúbicos frente a las 487,5 de 2005, es decir, 65 hm3 menos.
Otro dato que justifica esta demanda de revisión son las aparentes contradicciones en las previsiones de agua para regadío. La Memoria (2013) y el ETI (Esquema de Temas Importantes 2010) reflejan necesidades dispares. La primera fija unas necesidades de 1.959 hm3 y la segunda 1.712 hm3. Además, no se han tenido en cuenta las modernizaciones de riego que, en casos como la zona regable de Canal de Estremera, se espera un ahorro de 13 hectómetros cúbico año.