Por el camino que lleva a Ferrusa y también hacia la sierra del Sit, caminando puede uno apreciar la cantidad de basura que hay en toda la cuneta y en los bancales.
Nada más cruzar el puente de Cuatro vientos los plásticos, briks, latas y hasta escombros de obra, aparecen a cientos.
Este paisaje de basuras variadas explica en primer lugar, que a muchos ciudadanos/as les falta mucha educación y respeto por el medio ambiente.
En segundo lugar que Fobesa, la empresa encargada de la limpieza de Petrer y su término municipal, hace su trabajo muy mal y que el eslogan “Petrer més net que mai “ es una mentira pura y dura. Más bien “mes brut que mai “está Petrer y sus alrredeores. Un paseíto por la avenida Reina por ejemplo, o por cualquier partida rural nos muestra como las basuras se acumulan por doquier.
Y en tercer lugar, que al equipo de gobierno del PP le importa bien poco que nuestra ciudad y entorno esté cada día más sucios, y que poco se molesta por controlar, supervisar , y exigir el cumplimiento del contrato millonario, por mantener limpio nuestra ciudad y su entorno.
Los ciudadanos/as pagamos nuestros impuestos, y el servicio de limpieza y recogida selectiva es pésimo. ¿Para cuando se plantea este gobierno la recogida de materia orgánica y más puntos o servicio de recogida selectiva para facilitar que los ciudadanos/as reciclen? Los políticos locales cobrando sueldazos, que a día de hoy son una vergüenza total y encima ni se preocupan por hacer su trabajo. ¿A caso el Ayuntamiento de Petrer no firmó los compromisos de la Agenda Local 21 y demás protocolos medioambientales, que parece ser que sólo están para la propaganda y el proselitismo político?
La política es el arte de gobernar, y lo que el gobierno del PP en Petrer está haciendo en materia medio ambiental, es justamente poco y mal. ¡ De vergüenza!
Totalmente de acuerdo. Hace un par de días, fui hasta Caprala siguiendo la senda del Arenal de Pruna y volví al pueblo por la carretera que pasa por el del Almortxó. A un lado del camino, me encontré una gran bolsa, prácticamente vacía, que recogí para echarla en el contenedor más próximo que me encontrara. Bien, hice una parada en el arenal para merendar un bocadillo, y cuando llegué allí (y habiendo sido hecha una semana de la limpieza general del paraje por voluntarios del Centro Excursionista), me encontré el sitio lleno de toda clase de basura: envases de embutidos, botellas, papel de plata, una baraja de cartas, cristales, papeles… Así que al menos la bolsa sirvió de algo; estuve unos tres cuartos de hora recogiendo todo lo que encontré, y casi la llené. Intento concienciar a la gente de mi alrededor de que cuide su entorno, pero creo que es necesario llevar una gran labor ya desde la base, cuando se es niño, o de otra forma el encontrar el monte hecho un basurero será una constante.