Si amigos, el apagón análogico está a la vuelta de la esquina. Ha llegado la hora. Si usted ha heredado una Phillips de su abuela o no conoce el término «Plasma», «Té de té» o «pixel» todavía tiene tiempo de redimirse y rendirse a lo inminente. Atrás queda ese «pelar cables», esa pérdida de señal repentina. Atrás queda, como siempre, lo antiguo para abrir camino a la nueva era digital. La señal analógica ha muerto. ¡Viva el Pixel!