Gedeón Guardiola está jugando como los ángeles en este Europeo. El reconocimiento a su desempeño le llega desde el diario Marca, el más vendido del país, que le dedica toda una página en su edición de hoy al pivote petrerí, del que destaca su enorme impacto en el juego a pesar de su inexperencia con la Roja.

Reproducimos a continuación el artículo, donde el pivote reflexiona sobre su labor y recuerda sus inicios, cuando, junto con su hermano Isaías, formaba la dupla conocida como «las Torres de Petrer».

«La faceta de juego más constante, la más destacada de la selección española de balonmano en lo que se lleva disputado del Europeo masculino, está siendo, junto con la portería, su defensa, concretamente la que realiza cuando se sitúa en 6:0. Ahí está cobrando protagonismo un jugador recién llegado al equipo, Gedeón Guardiola, que hasta este campeonato sólo había disputado tres encuentros internacionales amistosos.

Pero la ausencia por lesión de Rubén Garabaya, un fijo desde que España conquistó el Mundial en 2005, le ha concedido la oportunidad, y la está aprovechando. Junto con Viran Morros forma el núcleo de esa defensa, muy ágil y activo en la interceptación. Su debut no pudo ser más comprometido: ante Francia y con Karabatic como antagonista. El español salió ganador del duelo. «Era una papeleta nada fácil pero intenté llevar a la máxima expresión las instrucciones de Valero», señala Gedeón. «Siempre que veía jugar a Francia, a esas máquinas, me motivaba pensando que yo podía estar ahí».

Contra Hungría volvió a jugar muchos minutos —»no esperaba tanta responsabilidad», reconoce— y parece haberle tomado ya la temperatura a un campeonato como el Europeo. «Es distinto a todo lo que conocía en clubes. Aquí te mides con los mejores del mundo, se vive con una intensidad diferente y hay que tener temple y controlar los nervios para enfrentarte a jugadores y equipos tan sólidos. Dentro de la pista es otro mundo. También por los árbitros», asegura.

Gedeón ha llegado a la selección con 27 años, unos meses después que su gemelo Isaías, lateral zurdo del Atlético de Madrid, que lo hizo en unos partidos de clasificación para este Europeo. Él se decantó de juvenil hacia el puesto de pivote. «No me vieron futuro de lateral y como era peleón y batallador y me gusta el contacto, me pusieron en el pivote», recuerda.

Buena parte de sus carreras las hicieron juntos. Se les empezó a conocer en categoría júnior como las torres gemelas de Petrer, y son muchas las anécdotas que pueden contar derivadas de su condición. «No sólo cuando jugábamos juntos, sino ahora que estamos en clubes distintos, los árbitros o los contrarios nos siguen confundiendo a veces», desvela.

Su tipología física, dos metros, y su agilidad, determinan sus características en la pista: «Soy rápido y tengo piernas; eso me predispone al contragolpe, como Noddesbo o Vori, pero lo debo pulir al máximo. Creo que leo bien los ataques del contrario, pero tengo que mejorar el mío y la definición de cara a portería».

En las dos jornadas del Europeo, Guardiola ha destacado por los blocajes (tres), los robos de balón y su efectividad al contragolpe (cinco goles de seis lanzamientos). No ha sufrido ninguna exclusión aún, una tónica general de la defensa española. «Los partidos se ganan en defensa, pero esto no consiste en dar hostias, ni en que te excluyan para que sepan que estamos aquí. Valero quiere que meta las manos para robar balones, no empujar, y salir por velocidad”.