Con los distintos operarios trabajando a destajo y con una fecha prevista de inauguración en torno al 25 de marzo confirmada por la concejalía de Urbanismo, las malas lenguas podrían observar que se trabaja a contrarreloj en el viaducto de Cuatro Vientos para que su inauguración entre a tiempo (recordemos que con la nueva ley electoral el 28 de marzo, inicio oficial de la campaña, es la fecha límite para las inauguraciones) en esta legislatura.
Lo cierto, no obstante, es que esta colosal obra, con un presupuesto global de 1.870.000 euros, debía haberse finalizado en enero, y que han sido muchas las dificultades que ha tenido que superar, desde el visto bueno y la aportación de varias administraciones (Confederación Hidrográfica del Júcar, Ministerio de Fomento, Diputación de Alicante y el mismo Ayuntamiento de Petrer) hasta los retos propios de una construcción de este estilo, y que ha dejado imágenes espectaculares, como las tremendas vigas que lo soportan, transportadas en un vehículo especialmente habilitado para ello y colocadas con la ayuda de grandes grúas.
Ahora entra en su fase final y ya se aprecian todas sus características: sus 320 metros, su desnivel de un 5% (se salva una diferencia de altura de 15 metros), los dos carriles de 3’20 metros cada uno y una acera peatonal de 1’20 metros. En menos de un mes, si todo va bien, estará ya abierta al tráfico rodado, configurándose como un rápido acceso entre dos partes de la población a las que antes sólo podía llegarse atravesando todo el casco urbano.