Aquí nos conocemos todos

La historia comienza en la capital de España, con el vecino Pablo García haciendo amigos en la legendaria noche madrileña. Presumía de su caballo, del chalet de Salinetas en el que vive y de ser de Petrer. Suficiente para los carteros de la localidad, que no necesitaron más señas para hacerle llegar una misiva de una de las personas que conoció aquella noche. Y es que vivir en un pueblo también tiene sus ventajas…

El sobre de la carta, enviado a la oficina de correos de la localidad, dice así: "solicito colaboración para encontrar a un amigo y entregarle esta carta, se llama Pablo y vive en un chalet con un caballo, sé que es complicado pero seguro que algún cartero le habrá llevado alguna carta a Pablo, tiene un caballo a veces en el jardín". Pues sí le llegó...

 

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