Escritos de un joven indecente (XCII): un domingo de lluvia, truenos y recuerdos

Sin título-1Mi PIEL
se yergue
al escuchar
tu NOMBRE
y sin embargo
tus LABIOS
son ya
ESCARCHA
en el olvido
del mío.

Te he AMADO,
he sufrido
al PERDERTE;
gritando
y callando
perdón
a los cuatro
vientos
y en SILENCIO.

Te he pedido
y suplicado
(que no humillado)
volver
contigo
y AHORA
me doy cuenta
que TÚ
has cerrado
el libro
sin haber leído
el epílogo.

Con el paso
del TIEMPO
te darás cuenta,
y sabrás,
que la LOCURA
es la mayor
VIRTUD
para poder
AMAR
por encima
de la media,
pero tu PIEL
y tu ALMA
habrán
ENVEJECIDO
como las hojas
del libro
postrado
en la estantería
y embalsamado
por el POLVO
del PASADO.

Esos SOMOS,
de lo que fuimos…
restos
volatilizándose
para SER
después
NADA,
del ayer
la sombra
en la tormenta
de la NOCHE
más OSCURA.

Estrellada
MUERTE
del presente
que se abalanza
INCÓLUME
como
la cordura
en la mente
y el DON
en el cerebro
de Panero.

¡Estoy
vivo!
cuando
MUERO
verso
a
VERSO:
la ausencia
el alimento,
la inspiración
el arrepentimiento
y tu IMAGEN
el reflejo
de LUZ
aprisionado
entre el suelo
y la puerta
que se cierra
para poder
seguir
MURIENDO
mientras
VIVO.

Ya no te siento
cerca
y el AROMA
a fracaso
despierta
de nuevo
mi sonrisa.

Estoy solo
y aunque
no lo creas
he aprendido
a ser feliz
en mi manicomio
de manías
y rarezas.

No
estudiarán
mis
POEMAS
en las academias.
No
SERÉ
condecorado
por los literatos
ni por los «entendidos»
ni por la burguesía.
NO
seré
la VOZ
del pueblo,
(ni lo pretendería)
ni siquiera
mereceré
el título
de POETA…
pero
fui
YO
el que puso
tu NOMBRE
en el cielo
de la eternidad
de las leyendas
de AMANTES…
y tragedias.

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