Vuelvo
a mi pueblo
y la
MELANCOLÍA
impregna
mi ALMA
como
la HUMEDAD
de las lágrimas
supurando
por mi CUERPO.
Suenan
las campanas
del domingo
y los recuerdos
aterrizan
con garras
afiladas
en la yugular
y la garganta.
Ya no existen
los OJOS
de una MUJER
mirando
astros
verdes.
El OLVIDO
sentencia
al OLVIDO…
y un MUERTO
contempla
con una sonrisa
el cráneo
con pétalos
de tinta
que se enfrenta
a la hoja
en blanco
para escribir
sobre la NADA.
Desde
ELLA
nace
el HOMBRE
libre
que bebe
sangre
del pasado:
8 nombres
de MUJER
conformar
la tumba
del que cava
su refugio.
¡Cómo escribir
sin mencionaros!
Daría
mi VIDA
por morirme
de nuevo
y para SIEMPRE
en la CARNE
de óleo
color
rosáceo
de unos labios.
Daría
mi VIDA
por conquistar
otros labios;
húmedos
e incandescentes,
con mi pluma
CARNAL
para escribir
en sus adentros
el mejor
VERSO.
Daría
mi VIDA
por acariciar
una mirada
embalsamada
por el vaho
de un -te amo-
certero
y para
SIEMPRE…
pero
la poesía
ya no espera
cartas,
las sirenas
navegan
solas
por las
profundidades
de los mares
del futuro,
las poetas
vuelan
a lugares
ocultos
y se esconden
para
no SER
encontradas.
No quieren,
ni necesitan
las palabras
de aquél
que no es
si no es
con
ELLAS.
Qué triste
no SER
más
que versos
pasajeros…
qué triste
saber
a ciencia
CIERTA
(por la autoridad
que me otorga
la DERROTA)
que NINGUNA
vendrá
para quedarse.