Buenos días desde Chania:

Esta es la cruda realidad. Israel y su política imperialista y xenófoba – este último no es un calificativo fácil y gratuito: basta con leer las declaraciones del ministro israelí de Educación, reproducidas por El País hace muy pocos días para entender lo que digo- nos ha marcado un gol a la Flotilla. Ha conseguido que los países de la U.E. defiendan sus tesis e impidan la salida de los barcos que la conforman. De momento estamos atrapados en el puerto de Kolympari.

Volvimos a Chania ayer al mediodía. Buscamos reunirnos con los grupos griegos que apoyan a la Flotilla y establecer una estrategia juntos para presionar a la Autoridad Portuaria griega. Buscamos la manera de poner el Gernika a navegar, desde la legalidad y junto al resto de los barcos que conforman este proyecto. Porque a pesar de todo no nos damos por vencidos. Tenemos que agotar todas las posibilidades y en eso estamos.

Esta vez nos alojamos en un edificio libertario, la economía manda, donde hemos sido acogidos fraternalmente. La Rosa Nera se llama, y coincidimos con el séptimo aniversario de ocupación. Por la noche, desde las 8:30, pasamos a la acción: nos manifestamos a la entrada del puerto que es la zona más turística de Chania. Enarbolamos las pancartas mientras repartimos los panfletos que se han preparado en griego y en inglés. Tenemos una pequena confrontación con un grupo de exaltados jóvenes israelíes que increpan a Zohar, nuestra compañera judía pero no sionista. Estamos en una zona de turismo israelí. Es una manera de poner en práctica lo que hemos venido entrenando de resistencia no violenta. No podemos responder a las provocaciones con agresividad. Arropamos a Zohar y solventamos el conflicto como debemos. Marchamos por las calles de la ciudad entorpeciendo el tráfico hasta la puerta del mercado, donde acampan los indignados, para terminar frente a la oficina de la Autoridad Portuaria. Buscamos que aparezca la policía, incluso que nos detenga, para darle la máxima publicidad posible a la situación en la que nos encontramos. Los vemos pero nos ignoran por completo.

Volveré a estar en contacto con vosotros mañana.

Saludos.

Javier Andreu, vecino de Aspe, es cooperante con el proyecto de Rumbo a Gaza  y está embarcado en la II Flotilla de la Libertad