Tras el cambio horario arrancó la mañana del domingo 25, y tal como estaba anunciado, en la Explanada de Petrer nos juntamos un pequeño grupo de buenos amigos: ellos el Ateneu Republicá, nosotros los Encuentros del Vinalopó, vinalopenses todos.
La excursión consistió en un agradable paseo para mostrarles desde la mitad del arroyo Salinetas hasta los Clots, con posterior visita a las ruinas de la casa de reposo de Castelar.
Estos buenos amigos no habían pasado nunca de los famosos baños de la sal, donde tantos y tantas aprovechan las beneficiosas aguas arremansadas en sus balsas.
Pero nuestra intención era mostrarles mas allá de lo que se suele ver, y por ello los llevamos aguas abajo para descubrir todas las maravillas que atesora este enclave, que son muchas: desde las curiosas formas geológicas o el caudal constante de agua extremadamente salada, hasta las formaciones similares a corales de las concreciones salinas, pasando también -por qué no decirlo- por las barbaridades del progreso…. Así fueron descubriendo este río salado hasta su unión con el río Vinalopó.
En el Clot Roig, con sus aguas ferruginosas, escuchamos las explicaciones de uno de nuestros compañeros cuando descubrimos al Ochthebius, un minúsculo coleóptero afincado en estas aguas hipersalinas. Posteriormente, seguimos hasta el Clot Negre y sus aguas verde turquesas sulfurosas; en este magnífico enclave hicimos una picadica o almuerso, donde se nos unieron dos buenos amigos más.
Todos juntos fuimos a observar otra de las barbaridades de este progreso: la colocación de un colosal pilar del ave dentro del cauce del río. Tras la reflexión sobre esta construcción nos dirigimos a ver las ruinas de, en otro tiempo, la magnífica casa de reposo donde Emilio Castelar descansaba de los avatares de la política. Aquí de nuevo la reflexión por la pérdida de un rico patrimonio histórico.
El regreso lo hicimos por una tierra desconocida para todos bordeando el Bateig, y observando los desmanes que se cometen con premeditación y mucha alevosía, las canteras, el vertedero, los restos ingentes de vidrios, etc…
Una muy amena caminata que mostró a estos buenos amigos algunos de los rinconcicos que atesoran nuestras comarcas del Vinalopó.
Por Javier Martínez, de la Asociación de Encuentros del Vinalopó
Magnífico relato Javier, lástima que no pudiera acompañaros, muy interesante y muy desconocido y una muestra más de la necesidad de mostrar lo que tenemos para entender su verdadero valor.
Enhorabuena a «Encuentros del vinalopó» por su incansable labor en defensa de nuestro patrimonio ecológico, porque eso es lo que estáis haciendo. Y además estáis consiguiendo implicar a mucha más gente en la «lucha»
Endavant!, amigo Javier.