La Universidad de Alicante celebró el pasado 23 de mayo su habitual Fiesta Universitaria. Un evento que congregó, una vez más, a miles de estudiantes para celebrar el fin de las clases. Pero además de la diversión asegurada, las conocidas como «paellas» este año contaban con un valor añadido: su trasfondo solidario. Y es que, a instancias del nuevo Consejo de Alumnos, y tal y como contamos aquí, parte de la recaudación de la entrada-dos euros de cada diez- quedaba destinada a colaborar en el tratamiento del niño alicantino Marc Rubio Plana, que sufre problemas de infarto cerebral, hemiplejia y Síndrome de West.
Concretamente, esta macrofiesta ha logrado recaudar 5.068 euros, que fueron entregados este mismo miércoles a la familia del pequeño y que serán destinados, principalmente a sufragar las sesiones de logopedia de Marc. Pero no es ésta la primera vez que los universitarios alicantinos colaboran con la causa. Y es que, desde hace algunos meses, también recogen tapones para el niño en algunos puntos del Campus con el fin de colaborar en lo posible en su tratamiento, no cubierto por la Seguridad Social.
El éxito de la fiesta solidaria ha llevado al Consejo de Alumnos de la UA ha plantearse nuevas actividades benéficas. El presidente del colectivo, el petrerense David Morcillo, nos cuenta que ya están planeando una fiesta de bienvenida del nuevo curso académico con el mismo enfoque que estas últimas paellas. «Será la primera fiesta de bienvenida que se haga en la Universidad de Alicante y destinaremos también parte de la recaudación a una causa, aunque todavía no sabemos si será para Marc o para otra persona que lo necesite».
Primeros meses al frente del Consejo y primeros retos conseguidos
Morcillo asumió en noviembre la presidencia del Consejo de Alumnos con varios retos en el horizonte. La valoración que hace de estos primeros meses de trabajo es positiva, y admite que todo está marchando «mejor de lo esperado». «Estaba todo muy parado cuando entramos, y en este tiempo hemos ido poniendo en funcionamiento el órgano, dándole más vida y de momento, funciona bien», explica el petrerí.
De hecho, el grupo ya ha conseguido uno de sus objetivos: que los alumnos puedan fraccionar la matrícula en cuatro plazos, en lugar de en dos como hasta el momento. «Era algo necesario en estos tiempos, porque el aumento de las tasas hace más difícil que los estudiantes puedan pagarse sus estudios», comenta David. La medida comenzará a funcionar este próximo curso académico.
Otro de los asuntos puestos sobre la mesa por el Consejo de Alumnos es el derecho a la huelga de los estudiantes. Morcillo explica que están elaborando un borrador que recoja el paro académico y para ello están mirando muy de cerca los modelos de universidades como la del País Vasco o Sevilla, «aunque se quedan cortos en algunos aspectos, nosotros tenemos que trabajarlo más hasta conseguir lo que queremos y luego tenemos que negociarlo con la Universidad, los profesores y sindicatos». «Nuestra idea es tenerlo aprobado ya para el año que viene», explica el presidente.
También a corto plazo esperan poner en marcha el que se presenta como el reto más ambicioso del consejo: un banco del tiempo que permita conectar a los estudiantes de la Universidad de Alicante en una especie de networking con vistas a fomentar relaciones profesionales entre ellos en un futuro.