Escritos de un joven indecente (XIV): El día en que Nietzsche lloró

“Asfalto y rosas”. Fotografía digital 100 x 70 cm. Autor: Pablo Llorente.

Un cementerio de silencio,
la NADA
ordena el toque de QUEDA
y Nietzsche llora
de alegría.

Así empezó TODO:

El día que Nietzsche lloró
amaneció un estremecedor
cielo
de OSCURIDAD
y en mi habitación
sonaba la Serenata D.957 de Schubert.

El día que Nietzsche lloró
yo incumplía
el sexto y el noveno
mandamiento,
fumaba como un cosaco
y bebía algo de vino tinto.
Entonces
ALUMBRABA
unos
cuatro o cinco poemas
y algún relato porno
(para una revista)
en la misma
NOCHE…

El día que Nietzsche lloró
YO vivía en Altea,
vendía mi ALMA al diablo

y me creía inmortal.

RECUERDO
perfectamente esa muerte:

-¡Qué bien sabía entonces la Nada!-

El otoño perenne
en mis sienes parpadeantes,
la pulsión
como ÚNICO
motor
de la existencia,
las mujeres tan remotamente
cerca…

El día que Nietzsche lloró
trepaba un fresco aroma a azahar,
se acababa el mundo
en un acto de PAZ
y mis manos
olían a coño.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *