La hora del júbilo

Tras casi 40 años desde que lo vistiera por primera vez en la localidad, Pedro Soler volvió a uniformarse de policía el día de su jubilación, el pasado jueves. Este guiño a sus inicios simbolizaba el paso del tiempo, toda una vida profesional -se incorporó en 1975- dedicada al servicio de sus vecinos desde diferentes responsabilidades municipales: policía, ordenanza, auxiliar administrativo, administrativo y hasta ayer jefe de negociado. Este paso por diferentes estamentos en el consistorio y una personalidad abierta y franca le han procurado respeto y amistad de todo el ayuntamiento, y sus compañeros de urbanismo quisieron homenajearlo en su despedida.

Foto de familia unos minutos después de concluir su última jornada laboral.

Así, y rizando el rizo tras la jubilación de otro histórico como Jesús Ramírez hace pocos meses y que también tuvo su historia, hoy los técnicos de Urbanismo, desde el arquitecto al concejal, se han caracterizado como «El tío de la Vara» y «Blasa». Los conocidos personajes del cómico José Mota, de los que nuestro protagonista es un gran admirador, satirizan de algún modo esa conciencia social por la que es conocido Pedro («hay que dar vareo y escamoche a la tontería, chulería, prepotencia y mala educación instalada en la sociedad», que diría el labriego). Antes de la performance, un precioso Ford T de época, prestado para la ocasión por un amigo, recogía al feliz jubilado, al mando del cual -igualmente uniformado- marchaba el arquitecto municipal, según cuentan artífice también de tanta creatividad.

Pedro, su esposa y un cuarteto de "Blasas".
La troupe camperola hizo bueno el tópico del poeta pastor y cada uno leyó unas emotivas palabras.

La jornada se completó con una comida y una larga sobremesa, incluso con algún baile que queda ya para la posteridad. Enhorabuena a Pedro, en fin, desde esta publicación: por su trayectoria, por disfrutar de buenos amigos y por esa etapa que se le abre ahora, tan rica de posibilidades, acaso -como etimológicamente indica el vocablo- de «viva alegría y júbilo».

 

One thought on “La hora del júbilo”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *