Las lluvias, caídas en fechas claves y en cantidades generosas, obran milagros a este lado del país. Vamos a vivir una primavera de esas en las que el manto natural alcanza una tonalidad verdosa inusitada y las flores rompen con una fuerza y colorido sin par. Una muestra de lo que está por llegar son estas fotografías que corresponden a la zona del Plans de Samuel.

Se ha plantado en sus bancales, que se extienden por 70.000 metros, una planta originaria del norte de España (especialmente de Aragón) llamada pipirigallo (también conocido como esparceta o espartín). La planta tiene ya una altura de ochenta centímetros y en cuanto le pegue el sol superará el metro. La fuerza de su irrupción no sólo es debido a las lluvias, la asociación de Amigos del Valle de L’Avaiol abonó el bancal el año pasado con más de -atención- 100.000 kilos de estiércol. «La planta la cultivamos el año pasado; la siembra se efectuó en abril de 2012. Ha sido en este segundo año cuando ha florecido, ahora debe durar alrededor de cuatro años», nos cuenta Luis Villaplana, secretario del colectivo.

La semilla, la esparceta, es muy popular entre las aves. Donde se planta, se ha demostrado que acaba influyendo de manera decisiva en potenciar su reproducción e implantación en la zona. «Seguro que vemos una mayor densidad de aves. Los animales de la zona aún no saben muy bien el tesoro que tienen aquí, pero pronto lo sabrán, y creo que viviremos un antes y un después».

Todas las fotografías por Reme Rodríguez Colomer.