Desde que comenzara ayer a la una de la madrugada, la lluvia ha dejado ya, a esta hora (siete y media de la tarde), poco más de 40 litros por metro cuadrado. La previsión es que la lluvia podría seguir en las próximas horas, en forma de nieve en los puntos más elevados del noreste del término, con una cota que podría ser inferior a los ochocientos metros.

Como suele ser habitual a partir de los 30 litros por metro cuadrado, el agua ha hecho aparición en la rambla de Puça, pudiendo verse también el espectacular Salt del Molí de la Pólvora. Las tabaries, tan habituales en el Barranc Fort, no han brotado todavía, pero previsiblemente lo hará en breve, pues solen verse con estas cantidades de agua.

Esta lluvia, que no ha sido torrencial y ha sido duradera en el tiempo, ha sido especialmente positiva para la tierra, que la ha podido filtrar en casi su totalidad, y casi diríamos que asegura una fecunda primavera.