UD Petrerense 1 – 2 Hondón de las Nieves
Era un partido clave para mantener en la pomada al equipo, los entrenamientos habían ido a pedir de boca, había en las gradas más público del habitual, pero cuando el balón echó a correr, gatillazo total. Fue el primer tiempo más indolente, apático y desganado de toda la temporada. Baldo no se lo podía creer, sólo había que mirar su cara de camino a los vestidores para imaginar la tamaña bronca que les esperaba a los jugadores.
No era para menos: el equipo visitante, teóricamente inferior, arrasó a los locales durante los primeros cuarenta y cinco minutos. El Petrerense tuvo una ocasión al inicio y prácticamente para de contar; el dominio, el juego y sobre todo las ganas de puntuar las puso el rival. Además, tampoco el Petrerense defendió bien, permitió varias internadas por la bandas (en una de esas llegó el primer gol, tras pase de la muerte al área, minuto 15) y estuvo poco atento en las jugadas a balón parado (de un rechace de un córner vino al segundo, al filo del descanso, aunque eso sí, en posible fuera de juego). Con un rotundo 0-2 los equipos enfilaron el vestuario.
La presumible bronca que hemos mencionado surgió su efecto y los mismos jugadores, en las mismas posiciones, ya no eran los mismos. Sin reencontrarse con su mejor versión, por lo menos corrieron, metieron la pierna y pusieron el empuje que brilló por su ausencia en el primer tiempo. Y claro, como saben de fútbol, revirtieron la situación y se hicieron los amos del campo (el Hondón no tiró ni una sola vez en la segunda parte, apenas pasaron del medio campo). Pero era demasiada desventaja, a pesar de que el gol de la esperanza se hizo pronto, en el minuto 15, en una jugada por banda de Elías que José Alejandro definió bien, chutando duro junto a la cepa del poste. El rival se atrincheró en su campo y fue plantado muros de difícil desactivación para el Petrerense, que conforme avanzaba el tiempo iba adoptando cada vez esquemas más ofensivos. Acabó embotellado el Hondón, pero el marcador ya no se movió, a pesar de decenas de jugadas de peligro, la mayoría «de barullo» en el área. Y luego Claudio. El otrora as del equipo y prácticamente de la división sigue enquistado en su mala racha y marró tres ocasiones clarísimas.
La derrota hace daño al equipo, por el momento de la temporada y por ser en casa y ante un rival claramente batible. «La culpa es nuestra», reconoce Baldo, «porque hicimos una primera parte infame». Además, tiene su consecuencia en la clasificación: el Petrerense se despeña hasta mitad de la tabla (octavo) y ya le queda lejos la posibilidad del ascenso en una división tan igualada (siete puntos). «Es cierto, pero seguiremos peleando. A veces es mejor saber que tú has hecho las cosas mal, porque eso también te permite saber que el resultado será distinto cuando hagas las cosas bien. Y sigue habiendo vida: 27 puntos en juego. Estoy seguro, además, que son los mismos jugadores los que tienen ganas de saltar de nuevo al campo y dejar atrás las malas sensaciones de esta primera parte». El próximo rival (domingo a las cinco de la tarde), empero, es de los duros, el Benferri, que ya venció en el Barxell en la primera vuelta, mas como dice Baldo «todo depende de nosotros».