El pasado sábado, 10 de septiembre, acabó el plazo de admisión de las obras que optan a los premios Cuentamontes, habiéndose recibido un total de 80 trabajos de escritores y 180 fotografías procedentes de todo el mundo.
Paralelamente, cabe destacar el importante paso dado con el Taller de Escritura Montañera organizado bajo los auspicios de la Fundación Paurides y llevado a cabo en sus instalaciones. El Taller, dirigido por el periodista, escritor y alpinista Agustín Faus, ha contado también con otros escritores como Florentino Caballero, ganador del primer Cuentamontes, o la eldense Gabriela Quirante, y ha estado maravillosamente auxiliado en el terreno técnico, por la filóloga local Amor Gómez, actuando como coordinador del mismo Juan Manuel Maestre Carbonell.
El ambiente de las sesiones de trabajo resultó excelente, incluso, alargándose más del horario previsto gracias al buen ambiente creado entre los escritores participantes, procedentes de puntos dispares del territorio español: Zaragoza, Elche, Toledo, A Coruña, Alicante y, como era deseable, en mayor número de nuestro Valle. La excursión literaria al refugio del Perrió del Centro Excursionista de Petrer, resultó cordial y provechosa escribiéndose, al alimón, un “expresivo” texto surrealista (cadáver exquisito) que será publicado en el libro Cuentamontes 2011. Esta jornada del sábado concluyó con una agradable comida cuya sobremesa literaria dio sus frutos, con los trabajos de los participantes, leídos como colofón el domingo por la mañana, en el salón de actos de la Fundación.
En dicho acto, además de los diplomas acreditativos, se entregaron libros montañeros de carácter local y una biografía de Paurides González Vidal, obsequio de la fundación, que fue bien acogida por todos tras la disertación de Emilio Maestre, presidente de la Fundación, quien con una amena semblanza sobre la vida y aventuras del fundador cautivó a todos los asistentes.
Desde la organización de Cuentamontes, a estas horas, ya podemos apreciar los beneficios de este primer Taller, con la recepción de trabajos presentados por los asistentes a las sesiones.
En la actualidad, la literatura de montañismo sigue siendo escasa, comparándola con la excesiva edición de guías excursionistas de todo tipo, que han inundado el mercado. Este modelo de crecimiento excursionista ha venido dejando en el olvido la educación montañera y, especialmente la ética montañera, base de toda la filosofía excursionista, montañera y, finalmente alpinista que, pese a todo, sigue desarrollándose de manera exclusiva en las sociedades excursionistas que perviven en este totum revolutum de “vámonos todos al monte”.
Potenciar la cultura y la ética montañera, resulta fundamental para la supervivencia de un deporte que, de momento y no se sabe durante cuanto tiempo, todavía prevalece por sus propios valores por encima de las modas que todo lo arrasan, y es en esta parcela donde Cuentamontes quiere incidir y aportar, pues no basta con conocer el sendero, ¡hay que saber recorrerlo!