Con muchos años de retraso, Emma y Minerva García Poveda, hijas de “Pelele”, apodo con el que se conocía al que durante dos años fue alcalde socialista de Petrer, Rosendo García Montesinos, han conseguido recuperar el buen nombre de su padre. Con fecha 29 de julio pasado han recibido del Ministerio de Justicia una documento que textualmente dice así “… con la finalidad de poder rescatar del olvido y honrar la memoria de su padre, quien padeció persecución y violencia, siendo injustamente ejecutado por razones políticas o ideológicas o defender los valores democráticos… … le acompaño la presente declaración, que pretende ser la voz firme y decidida de que la memoria de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura permanecerá siempre viva.”
Después de setenta años arrastrando con dignidad y entereza, sin odios ni deseos de venganza o confrontación, la injusta condena a muerte de su padre, y haber crecido soportando vejaciones y discriminación, Emma y Minerva y su familia han visto un rayo de luz que ha llenado de sentido a su difícil y azarosa existencia marcada por su condición de hijas de un represaliado socialista y republicano. Con este documento oficial del Gobierno de España, se confirma lo que sobradamente sus hijas ya sabían; que su padre fue un hombre de honrado, que le tocó vivir en una época difícil y convulsa y que fue ejecutado amparándose en falsas acusaciones que no podían demostrar tras un juicio en el que no existió ningún tipo de garantía jurídica. El Ministro de Justicia ha acreditado con este documento la reparación y reconocimiento personal que D. Rosendo García Montesinos “… que tiene derecho a obtener reparación moral que contempla la Ley 52/2007, mediante la cual la Democracia española honra a quienes injustamente padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura”.
Quizás algunos no sepan que durante los primeros años de posguerra, los hombres y mujeres que habían defendido la legalidad republicana sufrieron cárcel, fusilamientos o exilio y que sus familias fueron marcadas y vigiladas como un peligroso enemigo del que había que exterminar sus ideas. Durante años, fueron muy pocos los empresarios que se atrevían a darles un trabajo como a los demás. El hambre, la discriminación y las injusticias acompañaron a estas personas en silencio durante décadas. La vida cotidiana, los nacimientos, el trabajo, la comunión, la boda, las costumbres, todo pasaba por el filtro de la ideología del nacional catolicismo franquista; incluso los nombres propios de las personas se vieron modificados obligatoriamente con el riesgo de no hacerlo a ser excluidos de la ordenación legal de la dictadura. Sólo las personas que padecieron y sufrieron en sus carnes estos y otros muchos atropellos están en condiciones de demostrar con su ejemplo que la convivencia en paz y concordia sólo puede apoyarse en la ausencia total de deseos de venganza para hacer posible que esta tragedia no vuelva a suceder jamás en la historia de España.
Conviene recordar a los más jóvenes que el alcalde Rosendo fue vejado y torturado repetidas veces antes de ser asesinado en las tapias del cementerio de Petrer. Durante décadas, la familia no supo dónde había sido enterrado y sólo por informaciones oficiosas, al cabo de los años, pudieron saber el lugar aproximado donde fue cubierto de tierra su cadáver. La familia guarda para sí el derecho que le otorga la Ley de Memoria Histórica a solicitar el permiso y las ayudas para exhumar los restos del alcalde fusilado y enterrado en la fosa común del cementerio de Petrer junto con cientos de petrelenses que por distintos motivos fueron enterrados en este recinto.
Esquerra Unida y el Partido Socialista Obrero Español somos de la opinión de que es el Ayuntamiento de Petrer quien, en primer lugar, debe honrar a Rosendo García Montesinos, alcalde de este Ayuntamiento durante dos años, injustamente asesinado. Si miramos en nuestra historia nuestro antepasado democrático más reciente, lo encontramos en la II República , después de ella no hubo más que una dictadura que negó las libertades públicas durante cerca de cuarenta años. Nuestro Estado Democrático y de Derecho que consagra la Constitución de 1978 se apoya en el respeto y cumplimiento de la ley que emana del parlamento. Esa Ley es la que ampara y honra al que fue alcalde de Petrer Rosendo García.
Reparada su persona por el Ministerio de Justicia y recuperada en parte para la memoria colectiva de nuestro pueblo con las recientes publicaciones aparecidas, tras casi 70 años de total olvido, es el momento de devolver a Rosendo García la honra y dignidad que merece, tal y como se acordó en una moción del Pleno del Ayuntamiento aprobada por unanimidad el pasado mes de noviembre, para que su nombre perdure en el tiempo como el de un hombre de nuestro pueblo que como muchos otros tuvo que luchar y defender los valores democráticos y de progreso que representaba la II República Española. Este homenaje pasa, en parte, por facilitar y apoyar a la familia en su deseo de colocar un monumento que recuerde al alcalde, pero sobre todo al padre, Rosendo García Montesinos, injustamente asesinado, en el lugar donde algunos le obligaron a yacer.
Nuestra más cariñosa enhorabuena para Emma y Minerva, por conseguir limpiar la memoria de vuestro padre y sobre todo por la forma de conseguirlo, sin rencores ni deseos de confrontación.
COMISIÓN MEMORIA HISTÓRICA
Partido Socialista Obrero Español – Esquerra Unida