La Unidad de Barrios de la Policía Local continúa muy vigilante y sigue poniendo sanciones a los propietarios de perros que incumplen la ordenanza que regula la obligatoriedad de recoger los excrementos y rociar con agua la orina de los perros. “Es una minoría”, destaca el concejal de Sanidad y Seguridad Ciudadana, Pablo Lizán, señalando que “la gran mayoría de propietarios de animales están muy concienciados pero, por desgracia, quienes no cumplen son muy visibles y vamos a seguir trabajando para atajar este tipo de conductas incívicas”.
La última de las sanciones fue el pasado viernes por la tarde en el bulevar de Felipe V, a la altura de La Canal, al observar que un perro estaba orinando en una farola y su propietario no llevaba botella para limpiarlo.
Lizán ha insistido en pedir “colaboración” y ha destacado la importancia de que se tome conciencia del “problema de salubridad que generan los excrementos en la vía pública».