Buenas previsiones para la campaña de embolsado de uva de mesa del Vinalopó

La próxima semana dará comienzo la campaña de embolsado de uva de mesa del Vinalopó, única que cuenta con la distinción de Denominación de Origen, siempre y cuando la temperatura lo permita. Así lo han señalado desde La Unió de Llauradors, desde donde han pronosticado una «buena cosecha tanto en calidad como en cantidad» siguiendo los pasos de las anteriores campañas.

Aunque las altas temperaturas y la fuerte sequía pueden presentarse como un problema, «todo se desarrollará según lo previsto», pues, según indica Enrique Sánchez, responsable del sector de Uva de Mesa del colectivo, «en la comarca del Vinalopó seguimos teniendo agua y, en general, no sufrimos restricciones». Sin embargo, Sánchez ha señalado que la situación podría agravarse en el caso de sufrir otro año de sequía «y los pozos de los que nos nutrimos bajaran su nivel», por lo que “es importante que los acuíferos se recuperen para las cosechas de campañas venideras”.

Técnica de embolsado artesanal

La campaña de embolsado de uva de mesa del Vinalopó comenzará la próxima semana y se llevará a cabo durante todo el mes de julio. Enrique Sánchez explica que “se trata de una minuciosa técnica artesanal que únicamente se realiza en esta comarca en la que los trabajadores embolsan cada racimo uno a uno para retrasar un mes la madurez de la uva”. Además, “con el embolsado se protege las uvas del sol, logran un color unificado y las aísla de los insectos”, asegura Sánchez. Así, “la uva de mesa embolsada del Vinalopó es una fruta única en el mundo por su particular proceso de maduración”.

Y es que la uva del Vinalopó es especial: “Gracias al mimo con que se trata, tiene unas características físicas y gastronómicas excepcionales, que le han servido para ser la única uva embolsada con Denominación de Origen”, explica Sánchez.

La cosecha se recogerá en otoño

Por lo general, a partir de septiembre u octubre “se procederá a la recogida de la cosecha». Primero se hará de la variedad Ideal; más adelante, le tocará el turno a la Aledo, que es más tardía y puede estar embolsada más de cuatro meses. «Es la que comemos en invierno, la típica de Nochevieja”, anuncia Enrique Sánchez.

Por otra parte, y según alertan desde el colectivo,  los agricultores del Vinalopó “han de invertir mucho dinero y tiempo para sacar adelante sus cosechas”. Algunos de los principales problemas que sufren son el hecho de que la uva de mesa se haya quedado sin reducción del módulo para la declaración de la renta o algunos incidentes puntuales de robos de materiales en el campo, denuncian.

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