Dentro del vasto mundo del erotismo y el dibujo, o dentro del vasto mundo del erotismo a secas, cualquier combinación visual con cierta semblanza con zonas erógenas es un buen punto de partido para comenzar a sugerir (no preocuparse, que la imaginación, siempre, siempre, hace el resto). El mito del erotismo en la comida, por ejemplo, y como demuestran los estudios científicos, está basado en la presentación visual más que en las supuestas propiedades de las comidas. El primer dibujo va un poco por ahí, añadiéndole a la mezcla esas «diablillas (o ninfas, hadas, etc.) del bosque» que ya son un clásico en la galería erótica de corte medieval o fantástico.
El segundo dibujo recupera otra noción periférica del erotismo, tratada, principalmente en obras de ciencia ficción, imaginando el acto con robots, alienígenas y demás fauna del imaginario cósmico. En este caso, he optado por un protagonista de reminiscencias steampunk… Estoy explorando ambas ideas en una serie de dibujos que iré presentando y tiempo tendremos de comentar ideas; recordad mandad vuestras propuestas a petreraldia@yahoo.es. Divirtámonos y dejemos volar la imaginación en este tórrido verano… (¡también aceptamos fotos!)