En esta modesta sección sólo teníamos -y tenemos- un objetivo en mente: repasar algunas de las variadas formas y pulsiones que adquiere la sexualidad humana a través de dibujos, sin ningún tipo de juicio moral, con ánimo descriptivo, uniéndonos a una tradición tan antigua como la propia humanidad. Así, hoy acerco la figura del macho cabrío, animal demoníaco y lascivo en el imaginario cristiano, imagen de lujuria por definición durante la Edad Media. Una imagen violenta y bestial, llevándonos hacia una sexualidad visceral y descarnada.
Como su propio contrario, siempre ha existido también una gran atracción y morbosidad por las imágenes de pureza, o angelicales. Dentro de esta corriente, ¿qué más inocente que los dibujos animados, que nos remiten a nuestra tierna infancia? Yo os traigo aquí una versión light, pero no veas qué mercado de fantasías se mueven cuando los niños se hacen adolescentes…
Y el dibujito del cabrón dándole caña a la tía, no es ofensivo y????
En este caso creo que la ofensa está en la mente de quien se ofende. En ningún momento existe una ánimo de ofender, pero si de retratar algo que está en el imaginario y en la tradición, como es la supuesta fornicación que las brujas practicaban con el macho cabrío. ¿Puede alguien ofenderse por la postura, el trato o el tema? Por supuesto, es libre de interpretar la obra como guste y sentirla como le nazca.
Lo ofensivo no está en la ficción, si no en la realidad. En esta sección sólo presentamos ficción.
Un dibujo de un artista nunca puede ser ofensivo, por definición.
No seamos pazguatos Alfredo.
«Akelarre» me ha encantado, con fuerza y sensualidad, mmmmm…exquisita combinación
Un fauno es el símbolo de la lujuria porque sería la consecuencia de la satisfacción puramente sexual (porque es difícil que se de el amor) de un pastor con una cabra o una oveja.