La vuelta al cole se traduce cada año en un ritual de preparativos para que los niños comiencen el curso escolar con buen pie. Libros nuevos, libretas, lápices y estuches a estrenar se suman a zapatillas, mochilas y alguna que otra prenda de vestir que espera su momento en el armario. Sin embargo, tan importante como tener todo el material a punto es asegurarse también de que la salud visual de los pequeños es la adecuada. Y es que, conviene recordar que el fracaso escolar se deriva en muchos casos de anomalías visuales que no han sido detectadas en los pequeños.
De hecho, las cifras hablan por sí mismas. Los expertos advierten de que uno de cada tres casos de fracaso escolar está directamente relacionado con problemas en la vista sin corregir. «Por eso es tan importante que los niños se hagan revisiones al comienzo del curso escolar», señala Salvador Lax, óptico de Primera Ópticos Petrer. Junto con Lucía Ortíz regenta esta óptica situada en pleno centro de la localidad, en la calle País Valencià. En sus más de 20 años de atención al público, estos profesionales de la vista han podido comprobar cómo una correcta salud visual es clave para el desarrollo académico de los niños: «Nosotros hemos tratado bastantes casos de niños que llegaban con problemas en la escuela y que, al ponerle gafas, han notado un gran avance en su actitud en clase y en las notas. Por ejemplo, hace poco tiempo tratamos a un niño al que le costaba leer, su velocidad lectora era lenta. Sólo hizo falta ponerle gafas para leer y ha mejorado mucho en tres meses», explica Salvador.
Es importante, por tanto, detectar a tiempo y cuanto antes las anomalías visuales de los niños, ya que además, en muchos casos pueden llegar a corregirse, evitando además futuros problemas. El primer examen ocular debe realizarse a los seis meses de edad «para detectar detectar posibles patologías oculares antes de que lleguen a desarrollarse», explica Lucía. La siguiente revisión se trasladaría a los tres años para repetirse anualmente antes del comienzo de cada curso académico.
«El ojo vago», uno de los problemas más comunes en los pequeños
Salvador y Lucía nos explican que una de las principales anomalías visuales en los niños es la ambliopía, más conocida como «ojo vago». Estos expertos advierten de que puede llegar a convertirse en un problema grave si no se detecta y trata a tiempo, ya que sólo puede corregirse durante la niñez: «El problema es que uno de los dos ojos tiene menos visión, por lo tanto no se desarrolla bien. El niño a simple vista se comporta bien porque está viendo con el otro ojo, por lo que es complicado detectarlo sin pasar por revisión. La edad ideal para tratarlo es a los cuatro o cinco años, ya que cuanto más se tarde, la graduación entre un ojo y otro irá en aumento. Hay que tener en cuenta que si se detecta a los ocho años, esos cuatro años anteriores han sido críticos para el desarrollo de la vista del niño, por lo que hay que detectarlo y tratarlo cuanto antes para lograr mejores resultados», explican.
La miopía, hipermetropía o estrabismo son otros de los problemas comunes en los pequeños que pueden también tratarse a tiempo para evitar que afecten de forma negativa a su capacidad de aprendizaje.
Consejos para una correcta salud visual en los pequeños
Estos dos profesionales de Primera Ópticos señalan la importancia de que los padres estén atentos a las necesidades de sus niños para lograr una correcta salud visual. «Además de las revisiones anuales o cada seis meses según el caso, aconsejamos que reduzcan a una hora y media diarias la exposición a dispositivos electrónicos. El mejor consejo que podemos darles en este sentido es que sustituyan los móviles, ordenadores o tabletas por los juegos de siempre. Que salgan a la calle, que jueguen con otros niños al aire libre, ya que es muy saludable para el desarrollo de su vista», explican Lucía y Salvador.
Siempre a la última
En su dilata experiencia, estos optometristas han sido testigos de los avances puntales en el sector. Uno de los más recientes beneficia tanto a pequeños como a mayores, al tratarse de un nuevo sistema de lente que protege a los ojos de los rayos uv y la luz azulvioleta, «presente en todas partes y bastante nociva para las células de la retina», indican. Primera Ópticos Petrer ofrece ya la posibilidad de incorporar a las lentes, además del recomendado antirreflejante, un filtro de la denominada «luz perjudicial» (UV y azul-violeta).Esta innovación bloquea esa luz azul-violeta nociva, proporcionando 25 veces más protección a los rayos UV que las lentes que no lo incorporan, ayudando así a evitar aparición de patologías oculares como cataratas y DMAE y previniendo el envejecimiento ocular prematuro.
Y para que sus clientes se beneficien con esta destacada novedad del sector, desde Primera Ópticos ofrecen un segundo par de lentes graduadas con este filtro protector para el niño con la compra de unas gafas para adulto con estas características.
También pensando en los niños y en su frenética actividad, desde la óptica petrerina realizan un seguro de rotura gratis para los pequeños con sus gafas graduadas.
Gracias por compartir estos consejos para mejorar la salud visual de los más pequeños