No es habitual que una masa de aire muy frío se descuelgue al mediterráneo y que a su vez se generen las circunstancias para que nieve a nivel del mar. Sin embargo, durante el siglo XX tenemos constancia de varias nevadas históricas en las cuales la nieve llegó a cuajar a nivel del mar. En este reportaje mostramos imágenes de algunas de las nevadas acaecidas. En este siglo XXI ya tenemos dos episodios de nieve en la costa, la de 2009 y la de 2017. A puertas, una entrada de aire muy frío que podría volver a dejar estampas que nada tiene que ver con la imagen turística de nuestra provincia. ¿Volverá a suceder?
Para que nieve a nivel del mar es muy sencillo de explicar pero algo más difícil de cumplirse.
Necesitamos una invasión de aire polar ártica, preferible no continental, puesto que la polar ártica es mucho más húmeda por su origen y deja chubascos aunque de distribución irregular a toda la geografía peninsular. Además, que la temperatura sea lo suficientemente baja como para que la nieve se mantenga en su posición hasta el suelo. Para ello, es difícil de diferenciar estos parámetros, puesto que no es lo mismo en la Playa de la Concha que en las costas alicantinas. Por lo general, para ver la nieve se necesita una temperatura mínimo de -35º a 5500 msnm y -8º a 1500 msnm. Con esta temperatura, se puede ver la nieve. Pero los factores orográficos, de gradiente bárico, desplomes, etc. También contribuyen para que nieve o no nieve, por lo que situaciones excepcionales de nieve en toda la vertiente mediterránea son bastante complejas.
En el año 2017, el museo etnográfico de Denia sacó a la luz fotografías de gran valor histórico-documental de episodios de nieve en la costa de la marina alta. Según señalaba el director del Museo Etnográfico , Josep Antoni Gisbert, al digital marina plaza, esos testimonios llegaron hasta nuestros días gracias a una empresa de fotografía de aquellos tiempos, Marsal i Cía. Con aquellas semblanzas obtenidas, Marsal elaboró una serie de quince postales. No obstante, Gisbert agregó que la mayoría no fueron usadas como tales: no están escritas ni fueron enviadas a ningún destinatario. Algo lógico, si se tiene en cuenta que ésta no era la mejor imagen que se podía a difundir a Dénia, un lugar en teoría soleado y de clima benigno a orillas del Mediterráneo. «Quedaron como piezas de colección para una burguesía amante de estas piezas históricas», señalaba Gisbert. Las postales evidencian una Dénia absolutamente distinta, con un Montgó copiosamente nevado donde aún no existía el Camí de la Colonia ni las incontables luces de las urbanizaciones que jalonarían las faldas de la montaña varias décadas después, en otros tiempos y en otras nevadas. Era, por el contrario un paraje de casas dispersas «y un paisaje de márgenes y bancales que organizaba el espacio agrario hasta los confines de la ciudad», decía Gisbert.
Lo mismo sucede en las imágenes de un castillo «sin interferencias» y sin pinos cuyos principales elementos arquitectónicos, como el Palau del Governador, se apreciaban en toda su dimensión y donde aún faltaban tres décadas para que ya en plena Guerra Civil se excavara el refugio antiaéreo que es hoy el Túnel.
Apenas un año después de aquella gran nevada, en 1908 se constituiría la Sociedad de Amigos del Clima de Dénia, cuyo secretario sería el médico y alcalde Augusto Gómez Porta (1857-1925). Realizaría un magnífico trabajo para difundir la bonanza climatológica de Dénia y, atención, las cualidades de la ciudad… como estación invernal para un exclusivo turismo europeo a la altura de otros grandes destinos del viejo continente como Niza, San Remo o Ajaccio. De hecho, escribió literalmente: «En todo el orbe se tendrá a Dénia como el incomparable paraíso de la invernada». Quien lo diría.
Nota: Aquí puedes acceder al primer reportaje sobre nevadas históricas
Fuentes.
– Agencia Estatal de Meteorología
– Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante
-Ayuntamiento de Denia
– Museo Etnográfico de Denia
-Tiempo.com
-Lamarina.com
-Imágenes Museo Etnográfico de Denia